30 de noviembre, evocar una hazaña

La acción -previamente coordinada- tenía como objetivo desviar la atención de las hordas batistianas para posibilitar el desembarco del Yate Granma y posterior avance de los expedicionarios hacia la Sierra Maestra, así como acopiar armas que harían posible la suma de más combatientes.

Contratiempos en la travesía retrasaron la llegada del «Granma», por lo cual no pudo coincidir con el alzamiento de Santiago.

En las primeras horas de la mañana un puñado de jóvenes aguerridos dieron una muestra de coraje patriótico.

Junto con Frank País estuvo su hermano Josué, encargado de preparar la fuga de los presos políticos confinados en la cárcel de Boniato.

En primera fila también el recientemente fallecido intelectual revolucionario Armando Hart Dávalos, la heroína del Moncada Haydée Santamaría, nuestra inolvidable Vilma Espín.

Parte de aquel grupo fueron, además, Pepito Tey, Tony Alomá y Otto Parellada, quienes cayeron heroicamente cuando intentaban asaltar la estación de la Policía Nacional.

La acción del 30 de noviembre patentizó, como antes en el «Moncada», la incorporación de la mujer a la noble causa de la Patria; junto con Vilma y Haydée compartieron en el combate Gloria Cuadras, María Antonia Figueroa y Asela de los Santos. En ellas y con ellas vibraron de nuevo, salvando un siglo, Mariana Grajales y Ana Betancourt.

El arrojo y nivel organizativo del Levantamiento de Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1956 evidenció la confianza que el líder eterno de la Revolución Cubana, Fidel Castro, depositó siempre en Frank País.

En aquella acción el Movimiento 26 de Julio contó con el decidido apoyo popular que le hizo merecer por siempre su condición de Ciudad Héroe.

Esta ciudad se ganó plenamente el reconocimiento de todo el país, Oriente –que tradicionalmente había sido la cabeza de  las luchas revolucionarias desde la época de Martí, Maceo y Máximo Gómez, aun antes, desde la época de Carlos Manuel de Céspedes- volvía a ponerse a la cabeza de la lucha contra la dictadura » (1)

Evocar aquella hazaña de Santiago de Cuba equivale a resaltar su patriotismo y lealtad eterna a Fidel: depositario de la suprema vocación revolucionaria de todo un pueblo.

  •  Discurso por el Comandante Ernesto Che Guevara en Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1964.

 

 

Autor