Camilo Cienfuegos y la insubordinación militar de Huber Matos

La personalidad de quien se ganó los sobrenombres de Señor de la Vanguardia y Héroe de Yaguajay, abarca varias facetas y momentos. Uno de ellos es la ejemplar conducta asumida por Camilo en el enfrentamiento a la insubordinación de Huber Matos.

El 20 de octubre de 1959, el entonces Comandante del Ejército Rebelde y jefe del Regimiento Militar Ignacio Agramonte, el manzanillero Huber Matos traiciona la confianza depositada en él y toma las armas en el  otrora cuartel de la tiranía Fulgencio Batista en la región de Camagüey. Su objetivo era involucrar a oficiales del Ejército Rebelde y arrastrar al pueblo a una intentona contrarrevolucionaria.

Cumpliendo orientaciones precisas y adelantándose a Fidel Castro para evitar que se expusiera a graves peligros, el joven Comandante Camilo llega a tierras agramontinas.

Camilo marcha delante, Huber Matos (atrás) es detenido por alta traición  Una vez en el Regimiento Agramonte, el Héroe de Yaguajay ordena romper las cadenas que rodean el cuartel y que sean detenidos los soldados traidores.

Acompañado de un grupo de valiosos compañeros, sube hasta la habitación del caudillo y le riposta desafiante: «¡Huber, yo como Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde asumo el mando de Camagüey y te detengo por alta traición. ¡Tienes que acompañarnos!».

Luego sobrevino la apoteosis de la victoria. El pueblo de Camagüey se lanzó a las calles para manifestar su apoyo a Fidel y Camilo, quien con su valentía, firmeza y autoridad moral echó por tierra la sedición militar.

De este hecho, surgió la tradición de las Marchas del Pueblo Combatiente en Cuba, para denunciar las patrañas enemigas cuyo fin siempre ha sido destruir el proyecto social de la mayor de las Antillas, y que no tiene parangón en el mundo.

«En el pueblo hay muchos Camilo», sentenció Fidel en emotivas palabras al conocerse la triste noticia de la desaparición física del Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán, un hombre que vivió para su tiempo, un héroe que entregó su vida a las causas justas y peleó por ver a su patria libre del oprobio y la ignorancia.

Nota aclaratoria:

En el año 1957 Huber Matos se incorporó al Ejército Rebelde cuando condujo desde Costa Rica un cargamento de armas hacia la Sierra Maestra. Al final de la Guerra de Liberación, recibió el mando de la Columna No. 9 «Antonio Guiteras» y al producirse el triunfo de la Revolución ostentaba el grado de Comandante.

Inconforme con el rumbo radical del proceso revolucionario, comenzó un conato de sedición en la ciudad de Camagüey en octubre de 1958, aprovechándose de su cargo de jefe militar del Regimiento No. 2 Ignacio Agramonte. Por ese motivo fue detenido y sentenciado a veinte años de cárcel.

Al salir de prisión se marchó a Costa Rica y luego se radicó en Miami, convirtiéndose en uno de los contrarrevolucionarios más extremistas del exilio cubano en Estados Unidos. Apoyó incondicionalmente la política estadounidense hacia la Isla, incluyendo la Ley Helms-Burton y el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba.

Siempre defendió las ideas más radicales de la mafia cubanoamericana, entre ellas la de promover una confrontación directa entre Estados Unidos y Cuba que acabe definitivamente con la Revolución. Falleció el 27 de febrero de 2014.

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