Cuba, Estados Unidos y la lucha contra las drogas

Hace menos de un año, ambos países firmaron un Arreglo para la cooperación operacional, un texto que sistematizó una efectiva colaboración entre las partes.

Ese pacto estableció canales de comunicación entre la Dirección Nacional Antidrogas de Cuba y la DEA estadounidense, así como entre las fuerzas que cuidan las fronteras marítimas de los dos países.

El aumento de la comunicación y cooperación entre Estados Unidos, Cuba y socios internacionales, especialmente en lo que se refiere a intercambio de información en tiempo real, podría llevar a una mayor interrupción del tráfico de drogas, admite el informe anual publicado en marzo.

Para que se tenga una idea de la importancia del papel de las autoridades cubanas, baste saber que de enero a mayo últimos, en la isla se confiscaron más de 32 kilogramos de droga, una cifra superior a todo lo capturado en el año anterior.

Sin embargo, la cooperación entre La Habana y Washington en el enfrentamiento al narcotráfico es ahora amenazada por la reciente modificación de la política hacia Cuba adoptada por la Administración Trump.

No se sabe a ciencia cierta cómo quedará en el futuro esa colaboración entre los dos países, pero no hay dudas de que Estados Unidos será el mayor perjudicado, algo sobre lo que se debería pensar este lunes, una jornada que Naciones Unidas proclamó como Día Internacional de Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.

 

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