¿Cómo 2020 se convirtió en el año del Gobierno, la ciencia y el pueblo?

Una mirada al discurso de cierre de año 2019, pronunciado por el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, revela algunas prioridades

Cualquier ciudadano podría conformar esa suerte de lista nacional que nos serviría para evaluar los 365 días que terminan.

 

  • Sobrevivir a la ferocidad y demencia del bloqueo económico, comercial y financiero de EE. UU. contra Cuba.
  • Adoptar todas las medidas necesarias para frenar los propósitos intervencionistas de Estados Unidos, proteger la tranquilidad y el bienestar de la población, salvaguardar la unidad nacional y defender la soberanía y la independencia del país.
  • Mantener la solidaridad y cooperación con países de los cinco continentes y, en especial, con Venezuela, Nicaragua, México y Argentina en la región; y con Rusia, China y Vietnam al otro lado del mundo.
  • Impulsar un crecimiento de un 1 % en la economía.
  • Progresar en la implementación de la Tarea Ordenamiento.
  • Avanzar en el ejercicio legislativo.
  • Enfrentar las ilegalidades, el burocratismo, el acomodamiento, la inercia y la apatía.

Estaba claro antes, y también ahora. Aunque un país tiene muchas prioridades, su defensa, su economía y el bienestar general del pueblo conforman, cual locomotora, una tríada vital para la nación.

Pero en 2020 la economía cubana, que aún no se sobreponía a los impactos del bloqueo en el periodo precedente, decreció en un 11 %, caída evidente en la producción y comercialización de alimentos, afectaciones en los ingresos de la población, limitaciones de combustible, tiendas vacías, etc…

El bloqueo recrudecido hasta la exasperación; las crisis provocadas por la COVID-19 en todo el mundo, con su consecuente impacto en las cadenas productivas que enlazan unas naciones con otras, junto a la propagación de la enfermedad en la Isla, dieron el golpe de gracia a un ciclo que, aunque se «pintaba» difícil desde el inicio, nadie hubiese sospechado que se complicaría tanto.

Aun así, el Gobierno asumió el reto de anunciar la implementación, a partir del 1ro. de enero de 2021, de la Tarea Ordenamiento, con lo cual se cumplen acuerdos pendientes e importantes adoptados en el VI y VII Congreso del Partido para enderezar la economía nacional.

«Hace un año, desde esta misma tribuna dijimos: ¡nos tiraron a matar y estamos vivos!  Suponíamos entonces que nada podría ser peor que aquella escalada de medidas de endurecimiento del bloqueo imperialista y de ataque a las fuentes de suministros energéticos, a las brigadas médicas y a cualquier posibilidad de financiamiento», diría el Jefe de Estado cubano, este diciembre, frente a los diputados.

Segundos después, añadiría que aun así «Cuba Viva saltó por encima de sus propias posibilidades», porque nosotros insistimos en vivir y vencer.

Este año, entre tanta adversidad, fue una proeza diaria alcanzar cada objetivo y en especial, el más grande, ese que se volvió centro y corazón de la gestión gubernamental: la salud del pueblo.

GESTIÓN DE GOBIERNO FRENTE A LA COVID-19

Un artículo sobre la gestión gubernamental y el papel de la ciencia cubana en el enfrentamiento a la COVID-19 fue publicado en junio en la Revista Anales de la Academia de Ciencias de Cuba, firmado por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el presidente de la Cátedra de Ciencia, Tecnología y Sociedad, de la Universidad de La Habana, Jorge Núñez Jover.

Consta ahí que el 30 de enero, cuando la Organización Mundial de la Salud declaró la actual epidemia de coronavirus, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido, indicó la necesidad de contar con una estrategia nacional.

Como consecuencia, el 29 de enero el Consejo de Ministros aprobó un Plan para la Prevención y Control del Coronavirus y el 12 de febrero se creó el Grupo de Ciencia para el Enfrentamiento a la COVID-19.

Diariamente, se reunía el Grupo temporal nacional dirigido por el Presidente y el Primer Ministro, y de manera semanal los principales dirigentes del país también se encontraban con expertos y científicos para evaluar los resultados de las investigaciones y su aplicación.

Todos los Consejos de Defensa Provinciales fueron activados, y un sistema de conferencias de prensa diarias se llevaron a cabo para informar al pueblo sobre la marcha del Plan para la Prevención y Control del nuevo coronavirus.

No faltó en esa planificación de trabajo las sesiones semanales con el Grupo Asesor Económico para abordar los temas concernientes a la estrategia de desarrollo económico social, ni las Mesas Redondas sobre temas de Salud Pública.

En este periodo, igualmente se aprobó e implementó la Estrategia para la etapa de recuperación poscovid-19, y comenzó a desarrollarse la Estrategia económico-social en la etapa de fortalecimiento de la economía para enfrentar un escenario prolongado de crisis. 

Como resultado directo de ese esquema de dirección, y del trabajo conjunto entre el Gobierno y las autoridades sanitarias, se desarrollaron modelos matemáticos para el pronóstico de la pandemia, un sistema de geolocalización y una mapificación de las áreas de riesgo clínico-epidemiológicas con la representación de los grupos de riesgo de las personas de 60 años y más a nivel nacional.

El análisis y aprobación de un promedio de 8,3 estudios por semana, el desarrollo de cuatro candidatos vacunales cubanos, la elaboración y sistematización del Modelo Cubano de Gestión Clínico-epidemiológica para el Enfrentamiento y Control de la COVID-19; y la aprobación e implementación del Protocolo de Atención a Convalecientes, también constituyen logros de esa estrategia integral.

AGENDA CUBA, MÁS ALLÁ DE LA COVID-19

Pero, no todo en el año en Cuba se trató de la COVID-19.

Con una capacidad de multiplicación digna del elogio, la dirección del país, desde enero, como mismo había sucedido en el periodo anterior, realizó visitas gubernamentales a las provincias cubanas. Las Tunas, Sancti Spíritus, Artemisa, Cienfuegos y Mayabeque fueron los primeros sitios visitados para constatar los avances y frenos al desarrollo local.

Una pausa de siete meses obligó a aplazar el siguiente ciclo de visitas encabezadas por el Presidente de la República. La deuda, que había quedado trunca con Santiago de Cuba a inicios de marzo, fue saldada con el paso del Consejo de Ministros por cada uno de los municipios del territorio, reseñó el sitio web de la Presidencia.

Como parte de la evaluación de las capacidades industriales y productivas del país, el equipo de gobierno también estuvo en Matanzas, la Isla de la Juventud y La Habana.

Durante el primer trimestre del año, el Presidente estuvo en centros importantes como la empresa capitalina Metal-Mecánica Varona, visitó los nuevos estudios de Telesur en La Habana y varios centros universitarios, y asistió a la inauguración de la 29 Feria Internacional del Libro.

Hasta septiembre, como método para evitar la propagación del SARS-COV-2, no se realizaron encuentros gubernamentales más allá de las reuniones del chequeo contra la pandemia.

Pero en octubre, Cuba retomó su agitada agenda internacional, que se había concentrado en mantener comunicaciones con autoridades de China y otros países también comprometidos con el enfrentamiento. 

Estuvo presente Díaz-Canel, de manera virtual, en el debate general del 75 periodo de sesiones de la Asamblea General de la onu y en su sesión de diciembre dedicada a la COVID-19.

También participó en el 38 periodo de sesiones de la Cepal, en la cumbre de Ambición Climática, en la Conferencia del Consejo Supremo Económico Euroasiático, en la cumbre del ALBA-TCP al conmemorarse el aniversario 16 de su fundación y en la VII Cumbre virtual de Caricom-Cuba.

La manera en que la política exterior, marcadamente agresiva y unilateral, de Estados Unidos ha agravado las amenazas a la paz, a la seguridad y a los mecanismos multilaterales, fue denunciado por el Presidente Díaz-Canel en su discurso de clausura del VI Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su IX Legislatura.

«Tarde o temprano se escribirá la historia de esta nefasta pandemia y su impacto a nivel global.  Si se narra con honestidad, será imposible soslayar el papel de Cuba y de los miles de cubanos que acudieron voluntariamente a otras tierras a enfrentar el peligro y a honrar el código hipocrático que acompaña en la conciencia y en el corazón a nuestros abnegados trabajadores de la Salud», concluyó el Presidente resumiendo, en pocas líneas, nuestra gran apuesta por la vida.

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