Esa ayuda: No la queremos aquí

Todos muy divertidos porque han logrado conectarse a la red de telecomunicaciones que ha dispuesto el gobierno de Estados Unidos para sus militares ubicados en ese territorio ocupado contra la voluntad del pueblo cubano desde hace más de 100 años.

Difícilmente haya otra imagen más gráfica del infantilismo y la falta de escrúpulos profesionales de este grupo, que no solo muestra desprecio hacia los guantanameros que viven en sus proximidades y que acaban de sobrevivir a un terrible huracán, sino una ausencia total de consideración hacia los presos que siguen en la cárcel estadounidense en Guantánamo, sin derecho a un juicio justo y bajo tortura.

Gente así ni es profesional, ni es prudente, ni puede erigirse en defensora de miles  de personas que están tratando de levantarse de la tragedia que acaban de vivir, mientras ellos se divierten y publican un acto de flagrante violación de la ley.

Los guantanameros no necesitamos ese tipo de ayuda mezquina e irresponsable. El pueblo de Guantánamo no ha estado ni está solo.

Como sabe toda Cuba hemos contado con el apoyo de las autoridades del país, en una situación donde la prensa provincial, local y extranjera acreditada, además de los ciudadanos en las redes sociales han ofrecido la más amplia información posible.

Ni Raúl, ni los ministros, ni los miembros de la defensa civil, ni las Fuerzas Armadas llegaron aquí para hacerse una foto después que paso el huracán.

Esperaron a Matthew con nosotros y gracias a ellos, y a la solidaridad y confianza de los guantanameros en la Revolución, no hemos tenido que lamentar pérdidas de vidas.

Entérense los medios buitres que intentan hacer su agosto con la desgracia ajena y prestarse a peligrosas provocaciones y manipulaciones políticas, en vísperas de una reunión entre Cuba y los Estados Unidos sobre Derechos Humanos: No lo queremos aquí.

 

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