Antonio Maceo y Ernesto Che Guevara: Entrelazados en la historia de Cuba

Más allá de haber coincidido sus respectivos nacimientos en la fecha del 14 de junio, en el caso de Maceo en el año 1845 en Cuba, y el Che Guevara en 1928. en Argentina, ambos se hallan interrelacionados por haber sido hombres de acción y de ideas.

Específicamente este 14 de junio se conmemora el aniversario 175 del nacimiento de Antonio Maceo y el 92 del Che Guevara.

Acerca de Antonio Maceo, un destacado poeta cubano Manuel Navarro Luna señaló en una obra que creara:

Cuando habléis de la Patria

Si queréis señalar las altas cumbres del decoro

En la cumbre del hombre…

buscad entre latidos de montañas

Sobre la raíz de trueno y palpitar de troncos,

La presencia profunda que nos cerca y nos manda:

¡El General Antonio!…

Y también poetizó:

Cuando habléis de la Patria,

 Del dolor y el denuedo

y el largo y cruento batallar sin reposo        

Y en mil batallas veintisiete heridas

cual veintisiete surcos;

De las marchas con hambres

y del camino áspero y torvo;

De la gloria en la herida

y la gloria en la sangre,

Tenéis que hablar del General Antonio!

Calificado por José Martí como un hombre que tiene tanta fuerza en el brazo como en la mente, el Mayor General Antonio Maceo y Grajales se incorporó, en unión de varios de sus familiares, a la guerra por la independencia de Cuba desde su etapa inicial en octubre de 1868. Tenía entonces tan sólo 23 años.

De simple soldado por su participación activa en el desarrollo de los enfrentamientos frente a los españoles se le fueron confiriendo grados militares y diferentes misiones. Resultó herido en varias ocasiones, incluso en una oportunidad tal fue su gravedad que todo hacía indicar que su fallecimiento podía ser inminente.

Durante la guerra de los Diez Años hay un momento muy sobresaliente en la vida de Antonio Maceo. Fue cuando realizó la Protesta de Baraguá, el 15 de marzo de 1878.

Ante la capitulación de una gran parte  de los luchadores independentistas cubanos al aceptar el cese de la guerra propuesta por España,  Antonio Maceo en una entrevista con el General español Arsenio Martínez Campos planteó:  “No acepto deponer las armas sin haberse proclamado la independencia de Cuba ni la abolición de la esclavitud.”

Antonio Maceo y los patriotas que lo secundaron se convirtieron en símbolos de la entereza revolucionaria del pueblo cubano. Con singular firmeza Maceo ratificó su disposición de continuar la lucha, aún en medio de condiciones extremadamente difíciles. Estuvo en los campos de Cuba durante varios meses, pero después al no poder mantenerse la guerra, tuvo que salir del país.

Inicialmente se radicó en Jamaica. Años después reside en Costa Rica. Pero desde el extranjero siguió pensando en la situación de su tierra natal y estuvo dispuesto a participar en la reanudación de la lucha. En la etapa inicial de la década del ochenta intentó en unión de Máximo Gómez hacer algo al respecto.  Pero los planes previstos no cristalizaron.

Algunos años después, cuando José Martí se hallaba trabajando en la reorganización de la lucha independentista, en uno de los patriotas que pensó en poder contar con su apoyo fue en Antonio Maceo.

Ya desde el año 1882 en una carta que Martí le había enviado a Antonio Maceo le había comentado precisamente:

No conozco yo, General Maceo, soldado más bravo ni cubano más tenaz que usted. Ni comprendería yo que se tratase de hacer, como ahora trato, y tratan tantos otros, obra alguna sería en las cosas de Cuba, en que no figurase usted de la especial y prominente manera a que le dan derecho sus merecimientos.”

En correspondencia con ello resulta lógico que priorizara posteriormente contactos personales con Antonio Maceo para solicitarle su apoyo resuelto a la labor que realizaba para reanudar la guerra por la independencia de Cuba. En 1893 Martí fue  al encuentro de Antonio Maceo quién en esos instantes se hallaba en Costa Rica.

Y el  6 de octubre de ese año escribe en el periódico Patria, al describir las características y cualidades humanas de Antonio Maceo:  

Firme es su pensamiento y armonioso, como las líneas de su cráneo. Su palabra es sedosa, como la de la energía constante y de una elegancia artística que le viene de su esmerado ajuste, y de idea cauta y sobria. No se vende por cierto su palabra, que es notable de veras, y rodea cuidadosa el asunto, mientras no esté en razón, o insinúa, como quien vuelve de largo viaje, todos los escollos o entradas de él. No deja frase rota, ni usa voz impura, ni vacila cuando lo parece, sino que tantea su tema o su hombre. Ni hincha la palabra nunca ni la deja de la rienda.”

También precisó  al resumir el aporte que le podía brindar Maceo a la causa de su tierra natal: “Con el pensamiento le servirá, más aun que con el valor. Le son naturales el vigor y la grandeza.”

La guerra organizada por José Martí logró reiniciarse en el territorio cubano el 24 de febrero de 1895. Maceo retornó a Cuba  el primero de abril de 1895 y desde entonces participó en forma activa en combates y batallas relevantes. Incluso llegó a dirigir una columna invasora que partió el 22 de octubre de 1895 desde Mangos de Baraguá.

Maceo atravesó el territorio cubano desde  oriente hasta occidente. El 22 de enero de 1896 el repique de campanas dio el recibimiento a Maceo y los miembros de su columna invasora a su llegada al poblado de Mantua, en la provincia de Pínar del Río.

En el transcurso de los siguientes meses Maceo desarrolla una intensa labor en la provincia más occidental de Cuba. Participa y dirige diversos enfrentamientos contra las fuerzas españolas. En los primeros días de diciembre de 1896 decidió trasladarse hacia el territorio habanero para  tratar de seguir hacia la provincia de Las Villas para reencontrarse con Máximo Gómez.

Y fue en la zona de San Pedro  donde libró su último combate el 7 de diciembre de 1896. 

  • Maceo en el Pensamiento de Ernesto Che Guevara

El Comandante Ernesto Che Guevara  fue un gran admirador y continuador de la obra realizada por Antonio Maceo.De manera muy especial el Che Guevara hizo referencia a la vida y obra de Maceo al hablar en el acto que se efectuó en la zona de El Cacahual el 7 de diciembre de 1962.

Al rendir homenaje al Titán de Bronce, como también resultó calificado Maceo, en ocasión de conmemorarse un aniversario más de su caída, el Che expresó:

“Hoy, que estamos en la tarea de la construcción del socialismo en Cuba,  que empezamos una nueva etapa de la historia de América, el recuerdo de Antonio Maceo adquiere luces propias. Empieza a estar más íntimamente ligado al pueblo, y toda la historia de su vida, de sus luchas maravillosas y de su muerte heroica, adquiere el sentido completo, el sentido del sacrificio para la liberación definitiva del pueblo.” 

El Che recordó que Antonio Maceo no estuvo solo en esa lucha y dijo que fue uno de los tres grandes pilares en que se asentó todo el esfuerzo de liberación del pueblo cubano en el siglo XIX.

Recordó que Antonio Maceo tuvo dos momentos, los más importantes de su vida: los que, a su juicio,  lo definirían  como hombre y como genio militar. El  primero de ellos fue, cuando contra todas las corrientes, contra todos los conformismos, contra todos los desesperados  que querían alcanzar algún  tipo de paz después de 10 años de lucha, cuando se desintegra el Ejército de Liberación y se firma la Paz del Zanjón, Antonio Maceo expresa la Protesta de Baraguá y trata de seguir la lucha en condiciones imposibles. El otro momento crucial en la vida de Antonio Maceo tuvo lugar entre octubre de 1895 y enero de 1896 cuando él realizó la histórica invasión desde Oriente hasta la provincia más occidental de Cuba, Pínar del Río.

Al valorar la capacidad de  Antonio Maceo para llevar adelante esa hazaña militar, expresó El Guerrillero Heroico: “Para hacer esto que hoy se puede referir en pocas palabras, se necesitaba un inmenso poder de organización, una inmensa fe en la victoria y en la capacidad de lucha de sus hombres, y un poder de mando extraordinario para ejercerlo día a día, durante años de lucha, en condiciones extremadamente difíciles…”

El Che  se refirió, además,  a cómo la vida y la obra de Antonio Maceo  a varios decenios de su caída en combate en la zona de San Pedro, en el actual municipio de Bauta,  permanecían siendo fuente de motivación y ejemplo.

Y recordó en forma específica cómo el pueblo había estado a la altura de Maceo en ese mismo año de 1962 cuando se desencadenó la denominada Crisis de Octubre, y Cuba estuvo incluso amenazada de una intervención militar directa de los Estados Unidos y hasta de un posible ataque nuclear.

Destacó:

Nuestro pueblo todo fue un Maceo, nuestro pueblo todo estuvo disputándose la primera línea de combate en una batalla que no presentaría quizás líneas definidas, en una batalla donde todo sería frente y donde seríamos atacados desde el aire, desde el mar, desde la tierra, cumpliendo nuestra función de vanguardia del mundo socialista en este momento, en este lugar preciso de la lucha.”

Y agregó al recordar un principio medular planteado por Antonio Maceo:  “Por eso sus palabras, sus frases tan queridas resuenan tan hondo en el corazón de los cubanos, y es de obligada recordación esa frase que está inscripta al costado del Monumento: “Quien intente apoderarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, sino perece en la lucha.” Ese fue el espíritu de Maceo y ese fue el espíritu de nuestro pueblo.”  

Manifestó seguidamente el Che que eso es lo que se podía mostrar con orgullo ante su recuerdo y ante el mundo, y llamó a tener en cuenta y repetir con la misma fe encendida en el porvenir de todo lo noble de la Humanidad, cada una de las frases de Maceo, a quién catalogó como ejemplo de revolucionario que luchó por la liberación de su país.

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