Argentina y la contundente victoria de su pueblo

Los cuatro años a concluir bajo la presidencia de Mauricio Macri dejaron una secuela de males entre los que priman devaluaciones del peso, mayor inflación y un incremento desmesurado de los niveles de pobreza.

El mandatario saliente, consecuente con su ascendencia oligárquico-burguesa demostró ser consecuente con la miopía endémica de su ralea política y totalmente decidido se aferró a las antipopulares y expoliadoras recetas del Fondo Monetario Internacional.

Apoyado en campañas de desinformación orquestadas por medios de información privados y transnacionales, con las muy de moda “fake news” como punta de lanza, cuatro años atrás la ultraderecha confundió a no pocos para pujar una recurva histórica que concluyó.

Hubo de pagarse un alto precio, mas la verdad no tardó en abrirse paso. La esencia antipopular del “macrismo” como aliado de los centros de poder hegemónicos, servil al imperialismo y enemigo de la gente humilde y trabajadora, saltó a la luz una vez instalado su preconizador en la Casa Rosada.

Con Alberto Fernández como Presidente de la Argentina y Cristina Fernández en la Vicepresidencia, el pueblo hermano de la América del Sur retoma el camino para seguir transitando un camino soberano, de desarrollo económico, justicia social y de integración regional, este último puntal decisivo para que todo un continente alcance las metas soñadas y peleadas por los próceres de la independencia; esas que durante todo el siglo XX se tradujeron en luchas políticas por la soberanía económica y la justicia social.

También esta semana la República Oriental del Uruguay fue a las urnas. Se enfrentaron los candidatos Daniel Martínez, del gobernante Frente Amplio, y Luis Lacalle, del centroderechista Partido Nacional. Los resultados arrojaron una amplia ventaja para el aspirante de la izquierda Daniel Martínez, y de acuerdo a la Constitución ambos contendientes deberán ir a una segunda vuelta, mañana domingo.

La significativa mayoría alcanzada por el Frente Amplio hace prever su victoria en los próximos comicios, y con ella la continuación de un proyecto de beneficio social para toda la hermana nación suramericana.

Los resultados del domingo 27 de octubre se suman a los recientes de Bolivia con el triunfo abrumador de Evo Morales reelecto Presidente. Son noticias alentadoras para las fuerzas progresistas de América Latina, y muy malos pronósticos para los agoreros defensores del ultraderechismo, cuya ideología está en total retroceso.

América Latina hace mucho tiempo que no es la misma. Sus pueblos echaron a andar y sus pasos agigantados son cada vez más firmes. Así como el macrismo se demacró, el escuálida, antipopular y pro-gorilista bolsonarismo, más temprano que tarde, se desinflará. Lo mismo sucederá con el pinochetismo sin Pinochet en Chile, donde el pueblo está dando una lección en las calles.

Sería muy saludable para el imperialismo y la oligarquía que aprendan la lección. Del Sur del río Bravo hasta Tierra del Fuego no está ubicado el traspatio de los Estados Unidos; muy al contrario existe una comunidad de pueblos decididos a alcanzar y consolidar su soberanía política, económica y social.

Argentina acaba de dar otro paso, bien firme, por su bien nacional y el de toda América Latina.

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