Donald Trump y su política externa demagógica y prepotente

En materia de política exterior cuanto Trump – magnate inmobiliario con una fortuna de más de tres mil millones de dólares – ha hecho hasta ahora es pisotear el derecho internacional con total prepotencia, ausente de toda ética implementando una vertiginosa carrera armamentista, profundizando o creando conflictos armados que hacen peligrar la endeble paz que se vive en distintas regiones del mundo, incluyendo América Latina y el Caribe.

Trump es asesorado por cuestionados personeros como son Mike Pompeo y John Bolton, poseedores de abultados expedientes como enemigos irracionales de la libertad y la soberanía de los pueblos latinoamericanos y caribeños. A ellos se une el “vástago” de Miami Marcos Rubio.

Qué pensar de un gobierno que en pleno siglo XXI ha decidido regresar al XIX para reimplantar la doctrina Monroe como su política exterior, en nuestra región.

En la agenda de Trump tiene alta prioridad la eliminación de todo gobierno verdaderamente democrático, por desarrollar justas ideas socialistas en beneficio de sus pueblos.  De ahí que tenga entre sus principales objetivos la destrucción de los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Con su poder económico, financiero, y militar el gobierno de Estados Unidos apoya decisivamente a distintos procesos de judicialización corrupta y entreguista, que tienen como destino estigmatizar a líderes políticos de gran prestigio como Lula Da Silva, Dilma Rousseau, Rafael Correa, Daniel Ortega, y Cristina Fernández, acompañando esto con el control mediático de los principales medios de comunicación.

El odio visceral del inquilino de la mansión ejecutiva estadounidense, se encarga de la manera más grotesca, de utilizar todo tipo de mentiras, sobre los  gobiernos constitucionalmente establecidos en Venezuela, Cuba y Nicaragua. Contra la hermana Venezuela y con el objetivo de derribar por todos los medios al gobierno de la Unión Cívico Militar encabezado por su Presidente Nicolás Maduro Moros, el imperialismo ha puesto en práctica un férreo bloqueo criminal en todas las esferas, apoyando intentos de golpes de estado, como el sucedido el 30 de abril pasado, el cual fue calificado como mediocre, y que culminó en un rotundo fracaso.

Por supuesto, y no importa los fracasos recibidos, las garras del águila imperialista continuarán asechando a los pueblos al sur del rio Bravo, como una espada de  Damócles.

En cuanto a Cuba y todo el reforzamiento anunciado del genocida bloqueo, que ya dura unas seis décadas, su pueblo continúa mostrando su firmeza basada en  una indestructible unidad. La aplicación de la ley Helms-Burton en su totalidad, será un plato interno a consumir en Estados Unidos, y seguramente utilizado por los que han convertido la supuesta lucha contra la Revolución Cubana como su gran negocio, ahora entre reclamantes y abogados.

Además, en todo ello, habría que tener muy en cuenta no sólo los daños que a Cuba pueden ocasionar, sino también al propio Estados Unidos. Ya de hecho se conoce la posición de numerosos gobiernos como los de Canadá, y de la Unión Europea, entre otros, contrarios a las implicaciones que pudieran tener para sus connacionales una ley que por capricho del gobierno estadounidense se impone con carácter extraterritorial.

Para Cuba, su fortaleza principal radica en su unidad revolucionaria, que nos viene de las experiencias de nuestro José Martí para llevar a cabo la Guerra Necesaria, y retomada por Fidel en la lucha contra la sangrienta tiranía de Fulgencio Batista.

Precisamente, y debido a la falta de unidad y de cohesión de las masas en pueblos hermanos y de sus organizaciones, dominados por el capital financiero estadounidense y por gobiernos supeditados a la política exterior del Departamento de Estado, la reacción tiene las de ganar. La cuestión no se resuelve solamente con la convocatoria de una organización para marchas de protestas. La estrategia no puede ser otra que la unión más sólida del objetivo a alcanzar,  apartando todo tipo de intereses sectoriales o criterios, que debiliten o influyan negativamente en las acciones a realizar frente a los gobiernos entreguistas.

En días reciente, Cuba acaba de celebrar un Primero de Mayo en todas sus plazas y ciudades. Su pueblo ha demostrado no solo su apoyo irrestricto a la Revolución y al Socialismo, sino también a la lucha contra el bloqueo imperialista, condenando todo tipo de amenazas, y sanciones, contra Cuba pero también contra Venezuela y Nicaragua.

En esa lucha las enseñanzas de Fidel con respecto al imperialismo representan nuestra guía fundamental, la cual resulta inviolable: Resistir para Vencer.

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