Fábrica de mentiras

Lo hacen valiéndose de todo tipo de artimañas y acciones directas o encubiertas para desacreditar a gobernantes que se han atrevido a no arrodillarse ante el omnipotente amo imperial.

Y, dentro de tanta vileza, utilizan la mentira como  arma eficaz para criminalizar a presidentes y hacer que el mundo convierta en victimarios a las reales víctimas.

Hay incontables ejemplos de tales mentiras, pero me limitaré a esbozar sólo algunas: Hace unos días viendo un espacio noticioso de la televisión me entero que “están acusando a Evo Morales de sedicioso y terrorista”.

Tal afirmación, con eco en poderosos medios de comunicación se repite permanentemente, para lograr que el honesto gobernante de Bolivia que fue capaz de sacar del hambre y la miseria a millones de sus conciudadanos y obtener grandes logros en índices sociales vitales, se convierta en un vulgar delincuente, para lo cual ya estarán preparando algún proceso “legal”, parecido al que le hicieron a Cristina Fernández o Luiz Inacio Lula da Silva.

Por supuesto que Nicolás Maduro, de Venezuela,  no escapa a estas fechorías, porque  El Nuevo Gerald asegura  que “encabeza una gigantesca red criminal internacional”.

Y no es de dudar que a nuestro presidente Miguel Díaz-Canel, hombre querido y admirado por su pueblo, lo califiquen de terrorista, corrupto o cualquier otra barbaridad, porque al final es tanto el odio que no les interesa hacer el ridículo.

Personalmente viví en aquello que se llamaba república, y conocí directamente tanta basura en los medios de la época: digamos que el sanguinario presidente Fulgencio Batista que enlutó a mi pueblo, era para el Diario de la Marina y otros medios, el ilustre presidente”; su esposa la “honorable primera dama”, y a otros de la misma jauría como ministros y mafiosos se les nombraba  distinguidos militares, o su excelencia a  sátrapas que visitaban el país, tales como famosos mafiosos que tenían grandes negocios con el presidente dictador Fulgencio Batista.

Los medios de prensa de Cuba a mediados del siglo pasado calificaron al dictador Fulgencio Batista como "ilustre presidente"

También contaban con nombramientos muy elogiosos siniestros personajes que aterrorizaban sobre todo a la juventud, entre ellos  Pilar García, Esteban Ventura, Salas Cañizares, Rolando Masferrer  y otros torturadores que ensangrentaron a Cuba.

Nuestros heroicos combatientes de la Sierra Maestra eran un grupito de revoltosos comunistas que asesinaban a campesinos y les robaban, y también se calificaban de modo denigrante a los que se jugaban la vida a diario en las ciudades para derrumbar tanta maldad. (Ver Habana Heróica)

Y en todos los casos el aderezo de tal villanía –ayer y hoy- es la divulgación de superficialidades, chismes, música barata, y otros mecanismos como un modo de rendir culto al esparcimiento vacío que limita el razonamiento lógico para impedir la comprensión de los grandes males que agobian al mundo y, mucho menos, las verdaderas causas por la que mueren tantos seres humanos en guerras de conquista, o hambrunas, y miserias de todo tipo.

Hay una estrategia de manipulación pública que ejercen los grandes medios que les sirve de cauce para mentir y, a la vez, entretener a las masas. Se trata de la técnica nombrada mantener al público en la ignorancia y la idiotez”.

Hacer  que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y métodos utilizados para el control de su esclavitud. La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre o mediocre posible, de forma que la brecha de la ignorancia que aisla las clases inferiores de las clases sociales superiores sea y permanezca incomprensible para las clases sociales inferiores

Y lo más denigrante es que hoy los propios gobiernos neoliberales son los que hacen causa común con los medios. ¿Quiénes si no?

Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”. Abraham Lincoln

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