por 
José Martí, en discursos y trabajos periodísticos hizo referencia a grandes figuras tanto de Cuba como de otros lugares del mundo, entre ellas trató con respecto a la vida y la obra de Carlos Marx, cuyo nacimiento tuvo lugar en Alemania el 5 de mayo de 1818.
En un trabajo que salió publicado en La Nación de Buenos Aires el 13 de mayo de 1883, algún tiempo después de haberse producido el fallecimiento de Marx en Londres, Martí reflexionó sobre la trascendencia de la existencia y el aporte del gran pensador y filósofo, creador de una doctrina política científica.
Al respecto en el trabajo citado expuso: “Karl Marx ha muerto. Como se puso al lado de los débiles merece honor. Pero no hace bien el que señala el daño, y arde en ansias generosas de ponerle remedio, sino el que enseña remedio blando al daño.”
Seguidamente se refirió al homenaje que se le tributaba a Carlos Marx al señalar: “Ved esta sala; la preside, rodeado de hojas verdes, el retrato de aquel reformador ardiente, reunidor de hombres de diversos pueblos , y organizador incansable y pujante.”
Destacó, además la trascendencia de lo que él calificó como la obra más significativa de Carlos Marx y también comentó en relación con el tributo que recibía: “La Internacional fue su obra: vienen a honrarlo hombres de todas las naciones. La multitud que es de bravos braceros, cuya vista enternece y conforta, enseña más músculos que alhajas, y más caras honradas que paños sedosos.”
Y de inmediato expuso en relación con el trabajo y los trabajadores: “El trabajo embellece. Remoza ver a un labriego, a un herrador, o a un marinero. De manejar las fuerzas de la naturaleza, les viene ser hermosos como ellas.”
Martí expuso su criterio con respecto a las investigaciones realizadas por Carlos Marx. Y en relación con ello especificó: “Karl Marx estudió los modos de asentar al mundo sobre nuevas bases, y despertó a los dormidos, y les enseñó el modo de echar a tierra los puntales rotos.”
No obstante Martí consideró que él anduvo de prisa y un tanto en la sombra, “sin ver que no nacen viables, ni de seno de pueblo en la historia, ni de seno de mujer en el hogar, los hijos que no han tenido gestación natural y laboriosa.”
Martí no tuvo la posibilidad de conocer y apreciar en toda su magnitud el contenido de la vasta obra de Carlos Marx y mucho menos la aplicación consecuente de sus teorías.
A pesar de ello estuvo consciente y así lo planteó en el trabajo reflejado en La Nación, de Buenos Aires, que Carlos Marx no fue sólo “movedor titánico de las cóleras de los trabajadores europeos, sino veedor profundo en la razón de las miserias humanas, y en los destinos de los hombres, y hombre comido del ansia de hacer bien.”
Y agregó: “Él veía en todo lo que en sí propio llevaba: rebeldía, camino a lo alto, lucha.”
Martí recordó como otras destacadas figuras habían calificado a ese gran filósofo y particularmente recordó que había sido denominado como “el héroe más noble y el pensador más poderoso del mundo del trabajo.”
Martí sintió admiración por Cárlos Marx y por la labor por él realizada en defensa de los intereses de los desposeídos.
Y no es de extrañar que esto fuera así, porque Martí fue un hombre que se caracterizó por un pensamiento humanista de gran alcance y alguien que también puso su vida al servicio de los humildes y de su pueblo en específico..
Cabe recordar que más allá de lo que expresara en el trabajo elaborado sobre el fallecimiento de Carlos Marx, algunos años después Martí patentizó en uno de sus Versos Sencillos:
Con los pobres de la tierra, / Quiero yo mi suerte echar….