La verdadera Unión Europea

Todo indica que les resulta imposible a la sacrosanta Unión abandonar el talante de superioridad y prepotencia que siempre les acompaña. Ahora algunos de  “honorables” miembros de su parlamento saltan jubilosos, como títeres amaestrados, a servir de apoyo incondicional al imperio, aunque en ello peligre ostentosamente su dignidad ya bien deteriorada moralmente. Es verdaderamente bochornoso que en estos tiempos que corren pretendan un soez maridaje con el gobierno de EE.UU. conociéndose de antemano el desprestigio evidente de sus gobiernos y sistema.

… y me pregunto: quiénes han sido los grandes ladrones y asesinos de la humanidad durante los últimos 500 años…? Los europeos. Invadieron a América (en el sentido literal del continente), desde el norte al sur; robaron los tesoros de los Incas, los Mayas, los Aztecas…esclavizaron a la población indoamericana, desde Canadá hasta la Patagonia, saquearon al continente africano y aún lo siguen saqueando. Los grandes tesoros de las ciudades africanas están en manos de París, Berlín, Londres…las culturas occidentales capitalistas europeas son grandes caníbales, tan egoístas que hasta explotan a sus propios conciudadanos de las clases populares. Tienen problemas de racismo y xenofobia».
ROGELIO MARTÍNEZ FURÉ, eminente investigador cubano, que se define como africanista

Cuba es el más reciente blanco de su ignominia, y se les ocurrió emitir una nueva Resolución contra Cuba, isla libre y soberana que no acepta mandamientos externos, y solo quiere paz para lograr prosperidad en su pueblo. Por supuesto, constituye una violación insultante a un país soberano por su injerencia en nuestros asuntos internos.

De curioso no tiene nada, por supuesto, ya nos hemos acostumbrado a este tipo de acción, solo basta recordar al triste personajillo del Aznar de España y su posición común en contra de Cuba; y si hurgamos un poco en la historia la presencia en Cuba del mallorquino Valeriano Weyler y Nicolau y su tristemente célebre reconcentración, causante de miles de muertos,  y obviamente, el sufrimiento enorme que nos causó con su odiado colonialismo, enterrado para siempre por nuestros patriotas de la Independencia.

Algo también muy lamentable es que esta acción (Del Parlamento Europeo) contradice la voluntad expresada por ambas partes de preservar y fortalecer el “Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba y la UE”, sobre el principio del Derecho Internacional y la Carta de la ONU.

Mientras en el mundo se movilizan cada vez más cientos de miles exigiendo la eliminación del bloqueo que tanto daño provoca a Cuba, los Augusto parlamentarios de la UE se complacen en servir de cancerberos al imperio, sumándose a la agresión política, económica y comunicacional de EE.UU.

¡Qué vergüenza!, es decir, con sus acciones se convierte en un peón de la guerra multidimensional que se nos hace, sin embargo,  no se preocupan por la represión policial, ni del tratamiento  inhumano, degradante y discriminatorio a las minorías de migrantes en muchas capitales de la “venerable” Unión.

Esa Unión Europea que invierte su tiempo en atacar a Cuba que es víctima, sin embargo,  jamás la hemos visto emitir resoluciones de condena a EE.UU. cuando el mundo sabe perfectamente que los gobiernos de esa poderosa nación cometen a diario atrocidades con sus guerras, bombardeos, amenazas, sanciones, y todo tipo de actos degradantes.

Imagino que adoptan esa posición para que no se moleste el imperio y se ponga bravo. Tal es el sentido de su servilismo.

Al parecer la explicación de tanta vileza se encuentra hasta en la propia personalidad de estos parlamentarios, acostumbrados a la ciega mansedumbre y salones refrigerados, sin importarles nada que enturbie su sagrada paz.

Les resulta mucho mejor dar la espalda para continuar su camino pecaminoso aunque el mundo se caiga a pedazos.

A quienes verdaderamente hay que condenar es a esos parlamentarios que en sus sueños etílicos todavía creen posible que renunciemos a nuestro decoro nacional y el socialismo.

Hombres hay para el pesebre, que viven de estrujar y de engullir; hombres de corral, a la verdad, que en el cieno están bien, que es blando y engorda.” José Martí

 

     

 

 

             

 

 

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