Por una infancia feliz

La Revolución Cubana, afincada con firmeza en el ideal martiano, trabaja por el bienestar de la niñez. De una infancia feliz depende una Patria presente y futura también más culta, próspera y feliz. Nos inspira Martí cuando escribió que “los niños son la esperanza del mundo”; pensamiento actualizado por Fidel al afirmar que:

nada hay más importante que un niño”.

Desde los primeros momentos del triunfo de 1959 nuestro líder máximo se reunió con los niños de entonces, les contaba de nuestra historia y sobre los grandes sacrificios llevados a cabo por generaciones precedentes;  les hizo ver la importancia de estudiar y prepararse para ser los hombres y mujeres del futuro. “Hay que pensar en el futuro; y el futuro son ustedes, en ustedes se encarna el futuro de nuestra patria”. (*) Desde el 6 de julio de 1974,  cuando Fidel se reunió con niñas y niños en el Parque Lenin, propuso que tuviésemos en Cuba un Día del Niño, además del que celebramos como miembros de la comunidad mundial. A partir de entonces quedó instituido cada tercer domingo de julio, cerca del aniversario del Asalto al Moncada.

Ya durante los años de la Guerra de Liberación en la Sierra Maestra, niñas y niños de zonas liberadas aprendieron a leer y escribir. Tan pronto fueron derribados los muros de Columbia, aquella fortaleza militar de recuerdo abominable por los golpes de Estado se convirtió en Ciudad Libertad. El Moncada, donde los jóvenes del Centenario derramaron su sangre, comenzó a ser la Ciudad Escolar Abel Santamaría. Un sueño se hizo realidad cuando los cuarteles se convirtieron en escuelas y se construyeron muchas más a lo largo y ancho del país. Fue el gran regalo de la Revolución Cubana para la niñez: la posibilidad de estudiar, crecer como seres humanos y con sus conocimientos servir a la Patria liberada y al bien común.

Los caminos de la construcción revolucionaria y socialista de Cuba tienen a la infancia en primerísimo lugar. Junto con la educación gratuita y obligatoria para niñas y niños en todos los rincones de nuestro país, se implementaron las campañas de vacunación y la construcción de hospitales materno-infantiles – como parte de nuestro Sistema de Salud – para cuidar de la salud y el bienestar de las madres y de la niñez desde el primer momento de su concepción.

El perfeccionamiento educacional, la habilitación de escuelas con todos los medios y recursos para la enseñanza disponibles, ha sido y es prioridad máxima de todas las instancias en nuestro país. En los momentos más difíciles del Periodo Especial y ahora, cuando el criminal Bloqueo arrecia contra Cuba cerrando aún más sus garras, no hay una sola niña o niño sin escuela.

El Bloqueo pretende asfixiarnos y es el enemigo número uno de la niñez cubana. Entre sus secuelas incluye la falta de disponibilidad de recursos, insumos, equipamientos, materia prima y tecnologías para la atención médica. Nuestros más pequeños son víctimas del genocidio imperial y muchos de ellos han perdido la vida por falta de medicamentos sofisticados que a Cuba se le impide acceder. Además de pretender doblegarnos por hambre, no les basta y se empeñan en hacerlo mediante la enfermedad y la muerte.

“Cuba solicitó a los Laboratorios Abbot la adquisición del equipo dosificador del inmunosupresor Tracolimus (FK506), pero a consecuencia del bloqueo no han dado respuesta a la demanda. Esto ha afectado el programa para la atención a los niños que necesitan trasplante hepático. Tristemente para los pequeños afectados, solo se producen en ese laboratorio norteamericano. Estos avances de la ciencia son imprescindibles para vigilar los niveles sanguíneos, cuyas variaciones pueden traer complicaciones por infecciones y tumores secundarios. Criminalmente se le niega al Estado cubano que los requiere para los pequeños que necesitan trasplante de hígado por ser un país bloqueado”. (**)

El mundo está del lado de Cuba en su lucha contra el Bloqueo, causante del sufrimiento de muchos seres humanos en nuestro país, y en primer lugar de nuestras niñas y niños. Por encima de tanta agresión despiadada, inhumana y pérfida Cuba avanza. Nos asisten la legitimidad de nuestras ideas, la razón y el sagrado derecho de seguir siendo un país soberano donde la infancia ocupa el primer lugar.

Seguiremos luchando como lo hemos hecho siempre. Es por ello que en nuestras redes sociales hoy, Día Internacional de la Infancia, lo celebramos con la certeza de seguir venciendo y que las niñas y niños de Cuba continuarán protegidos aunque tengamos que hacer aun mayores sacrificios. Para ello y para más a nuestra generación histórica, a su ejemplar relevo de continuidad y todos los cubanos nos acompaña el ideario y la obra de nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Y en eso es en lo que más debemos pensar: en los niños de hoy, que son el pueblo de mañana.  Hay que cuidarlos y velar por ellos como los pilares con que se funda una obra verdaderamente hermosa y verdaderamente útil”. (***)

Revolución es para nosotros como prioridad, trabajar por una infancia feliz.

NOTAS REFERENCIALES

(*) Encuentro del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz con los niños en el Parque Lenin, 6 de julio de 1974.
(**)El bloqueo y los niños cubanos, por Annalie Rueda Cardero, Cubadebate, 12 de octubre de 2016.
(***) Fidel Castro Ruz. Palabras en el acto de entrega de la fortaleza militar de Columbia al Ministerio de Educación, 24 de febrero de 1960.

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