Leer la historia es volver a vivirla

Conservé un ejemplar para mis hijos y nietos; no me hubiera perdonado que por mi indolencia perdiesen la ocasión de conocer pasajes escritos por quien hurgó, como él mismo dijo en su prólogo “…sobre auténticos datos de autores y abandonadísimos testigos, utilizando, además, las noticias depuradas de la tradición oral…” (1)  

Hijo de familia fervientemente patriótica, de muy joven publicó su primer libro, y “Episodios de la Revolución Cubana” vio la luz cuando su autor contaba veintinueve años. Veteranos de nuestra primera guerra emancipadora le suministraron, de primera mano, detalles de cuanto revela su obra.

Manuel de la Cruz ejercía el periodismo y era corresponsal del diario “La Nación”, de Buenos Aires. Eran los agónicos años del exilio de Martí y la preparación de la Guerra Necesaria, labor de la que Manuel fue un destacado participante, ideal que devino en él como centro de su existencia.  

José Martí fue uno de los primeros en leer “Episodios de la Revolución Cubana”; su propio autor le envió un ejemplar, y en 1890 el Apóstol de nuestra independencia le escribió agradecido donde le decía que en las notas puestas al margen escribió tres veces:Hay veces en que se desea besar el libro”. Más adelante expresó:

Yo no quiero más que acusarle recibo de este libro radiante y conmovedor. Harto sabe usted de qué hoguera le nació, y con qué cuidado le fue rematando y bruñendo…”.

Sentenció nuestro Héroe Nacional que “…Se lee el libro temblando”. (2)  

Comparto estos apuntes porque hace unos días saqué el libro del armario para leerlo otra vez. Al hacerlo, eché un vistazo a la contraportada y caí en la cuenta de que el 19 de febrero pasado se cumplieron 125 años de la muerte de Manuel de la Cruz, y que el próximo siete de septiembre se conmemora el aniversario 160 de su nacimiento. Cuando el autor nació, faltaban siete años para el comienzo de la Guerra de los Diez Años, y al morir hacía solo uno del comienzo de la Guerra del 95

Tengo el libro ante mis ojos. Me dispongo a repasar una vez más sus crónicas escritas con tanta vehemencia patriótica. Son dieciocho enjundiosos capítulos que reviven cada pasaje que narran, y el último describe la epopeya del rescate del Brigadier Julio Sanguily, acción liderada por el Mayor Ignacio Agramonte, cuyo grito enhiesto de “¡Corneta, toque usted a degüello!”, vibra en todo el libro. 

Voy a leerlo de principio a fin; les invito a hacerlo también y juntos retomar lo que señaló Martí en la carta escrita un tres de junio, hace 131 años… “leer eso, para todo el que tenga sangre, es montar a caballo”. (3) 

Estoy convencido de ello; será como ir de la mano de nuestros viejos héroes en su dignidad y bravura porque leer la historia es volver a vivirla. 

  • Episodios de la Revolución Cubana, Manuel de la Cruz, Prólogo del autor, Editorial Gente Nueva, Instituto Cubano del Libro, julio de 1977
  • Una carta de Martí, New York, 3 de junio de 1890. Episodios de la Revolución Cubana, Manuel de la Cruz, Editorial Gente Nueva, Instituto Cubano del Libro, julio de 1977
  • Ibídem (2)

 

Autor