Radio agresión. Arma perversa (IV)

Obviamente, emisoras como Radio Martí es una de las que se ocupa de tan “responsable misión”.  Así que me propongo a continuación abordar tres métodos de contra propaganda utilizados comúnmente en las campañas mediáticas contra Cuba.

Minimizar, ignorar y/o restarle importancia a los logros que obtiene Cuba; sencillamente no se reconocen. Este método se conoce como minimización. Otro  semejante es el silencio, para ignorar totalmente los argumentos expuestos por Cuba u otro país “enemigo” del imperio. Y otro método muy utilizado,  el rumor, identificado como de dudosa  procedencia, que se traslada de boca en boca y va sufriendo variaciones; tiene la característica de tratar un asunto que interesa a mucha gente; es muy dañino y solo es destruido por la información objetiva.

También me parece útil mencionarle los objetivos disgregadores que, en mayor o menor medida, siempre utiliza la radio enemiga y, obviamente, otros grandes medios de comunicación del llamado primer mundo:

a) crear fricciones entre grupos sociales;

b) culpar a dirigentes de las dificultades;

c) promover querellas internas;

d) incitar intereses personales por encima de los sociales;

e) promover derrotismo y desánimo;

f) provocar el pánico;

g) favorecer la subversión; 

h) inducir a la deserción.

En estos días que transcurren vea usted, como ejemplo, hasta dónde puede llegar Radio Martí en su despreciable objetivo de dañar a Cuba, la misma nación que hoy es ejemplo ante el mundo. Intento hacer un pequeño resumen de los dardos venenosos informativos que trasmite con los siguientes ejes propagandísticos:  “la economía está bloqueada por el propio gobierno”; “a los  coleros se les está acosando y son víctimas de maltrato”; “desprestigio a la misiones médicas cubanas”; «las cifras que se ofrecen de la pandemia son irreales”; “hechos de sangre consecuencia de la crisis social”; “se consideran más importantes las exportaciones que la alimentación del pueblo”.

Pero no crea que con los ejemplos anteriores se acaban las calumnias, las distorsiones más insultantes que llegan a atentar contra lo que ya el mundo sabe como cierto y ellos se empeñan en negar.  Solo le digo un ejemplo más aunque parezca increíble: afirman que “la pandemia en Cuba es consecuencia de los médicos cubanos contagiados en Venezuela”. En este caso no solo se miente descaradamente, sino además, combatir una de las páginas más hermosas de la Revolución cubana, su sistema de salud solidaria y humanista.

No quisiera concluir sin antes referirme, muy brevemente, a una de las estrategias de manipulación de la opinión pública. Me refiero a “mantener al público en la ignorancia y la idiotez” para que no comprenda los métodos utilizados para su control y esclavitud. Por ello la calidad de la educación dada a las clases inferiores debe ser la más pobre o mediocre posible, de forma que la brecha de la ignorancia que separa las clases inferiores de las superiores sea y permanezca incomprensible para las clases inferiores.

Hay que seguir combatiendo en todas las trincheras posibles. Hoy no hay otras alternativas.

“El cariño es la llave del mundo. Y el odio es su estercolero”. José Martí

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