Acercando todas las orillas

Ya en aquel momento, el líder cubano dejó en claro la voluntad de tener una relación normal con quienes, viviendo fuera de Cuba, mantienen una postura de respeto y muchas veces de defensa de la Revolución.

Después de las modificaciones a la Ley Migratoria hace 4 años, ahora el gobierno, de manera soberana, decide beneficiar a más de 800 000 cubanos que viven en el extranjero, quienes ya no necesitarán la llamada Habilitación para entrar al país. Podrán hacerlo solo con el pasaporte nacional vigente.

No menos importante es la eliminación del llamado Avecindamiento para los hijos de cubanos residentes en el exterior que quieren adoptar la nacionalidad de sus padres.

Ya no será necesario viajar y permanecer 3 meses en Cuba para obtener la ciudadanía, sino que el trámite puede hacerse en los consulados.
Además podrán regresar, sin esperar los 8 años que marcaba la Ley, los emigrantes ilegales, con excepción de quienes atravesaron la frontera con la Base Naval de Guantánamo y pusieron en riesgo a la seguridad nacional.

La cuarta medida, que es también una respuesta a las sugerencias de la emigración, permitirá entrar al país en embarcaciones de recreo por las Marinas de La Habana y Varadero.

Son decisiones soberanas, que de seguro tendrán continuidad, en el camino de mejorar los lazos con la emigración, que no es más que acercar a Cuba todas las orillas.

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