por Algo parecido lleva a cabo, en primer lugar, hacia Venezuela y también respecto a Nicaragua, Irán y otras naciones del mundo que no renuncian a su soberanía e independencia.
Al mismo tiempo se informó que para estos países aumentan dificultades no ajenas a una crisis generalizada. Quienes más la están sufriendo, como se esperaba, son los menores de edad y los ancianos.
El coronavirus y el drama de los trabajadores norteamericanos
LOS PUEDEN ECHAR DE UN DÍA PARA OTRO, NO TIENEN MEDICINA PÚBLICA Y TRUMP ES UN CACHIVACHE
En las grandes urbes de ese país, Nueva York, Los Angeles, Chicago, los contagios se han desbordado y ya se suman 500 muertos. pic.twitter.com/trG067cWqu— Eduardo Dalter (@DalterEduardo) March 23, 2020
Economistas y otros expertos lo consideran un saldo de maquinaciones originadas en Washington. Otra dura imagen que se enlaza a un histórico trauma universal.
La pandemia que golpea a Estados Unidos resulta impresionante. Al recordar que fuentes no descartan la responsabilidad de su Gobierno. Lo culpan de lentitud para tomar medidas para frenarla.
Tampoco olvidan las mofas tempranas de Trump cuando por distintas vías fue advertido. Irritación hoy multiplicada ante la deficiente preparación de sus instituciones oficiales para hacerle frente.
No en balde observadores que adelantaban una cómoda victoria de Donald Trump en noviembre, ahora la colocan entre signos de interrogación.
La situación en Estados Unidos se va tornando tan difícil como no descartar una recesión económica lo que sería fatal para lograr su reelección.
Mientras se cierran bibliotecas, escuelas y en los refugios hay personas aglomeradas durmiendo en el piso. También cunde el pánico en el sector artístico y recreativo. Y lo peor, nadie asegura que se trata de una hecatombe de corta duración.