China Zorrilla y su eterno arte histriónico

Concepción Zorrilla de San Martín Muñoz (China) pasó a la inmortalidad, que ya tenía asegurada, hace 4 años. En 1995 recibió con estruendosos aplausos el premio Coral en el Festival de La Habana, representando una abnegada enfermera junto a Luis Brandoni en “Darse Cuenta”, con música de nuestro Silvio Rodríguez.

De esta gran artista puede decirse mucho. Ella fue también guionista, traductora, adaptadora, directora, periodista y animadora.

Los cubanos la recordamos mayormente por su protagónico en la comedia “Esperando la carroza”, de Alejandro Doria, donde se reúne con Antonio Gazalla en 1985.

Pero su carrera cinematográfica dio comienzo en 1971 con “Un guapo del 900”, a la que siguieron “Señora de nadie”, “Últimos días de la víctima”, “Pobre mariposa”, “Dios los cría”, “La nave de los locos”, “Besos en la frente” y “Elsa y Fred”, entre otras, todas vistas en Cuba y merecedoras de diferentes lauros.

Ha obtenido el premio Clarín, el Cóndor de Plata, el Konex, el premio que otorga el Festival de Moscú, el Martín Fierro, el Estrella de Mar y… me quedo corta. En el año 2008 recibió la Orden Caballero de la Legión de Honor Francesa.

Con 21 años comenzó su carrera en teatro representando piezas como “La Celestina”, después de regresar a Montevideo al terminar sus estudios de arte dramático en Londres.

Por los años 60 del pasado siglo pasó a Nueva York como profesora de francés y secretaria en una agencia teatral.

En 1971 se estableció en Argentina.

Su simpatía natural, voz peculiar, buena dicción e innegable histrionismo se adueñó de nuestros corazones.

El apodo de “China” se lo puso ella misma.

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