por Así, profesionales de alto nivel, dejaron a un lado sus conocimientos y pasaron a desempeñar oficios de poca calificación, pero de mayor remuneración.
En un inicio, ese éxodo se dirigió hacia el turismo, que ofrecía mejores posibilidades de ingresos, y después pasó a otros sectores con la legalización del trabajo no estatal. Así, hoy encontramos a graduados de nivel superior en las labores más alejadas de su formación.
En otro sentido, quienes permanecieron bajo la sombrilla estatal tienen una baja remuneración, a pesar de sistemáticos esfuerzos por mejorar los salarios.
La pirámide salarial sigue invertida, pero parece que le queda poco tiempo.
Las cosas en su justo lugar
Como parte del ordenamiento monetario al que está abocado el país se realizará una Reforma salarial que busca colocar todo en su justo lugar.
Las más altas autoridades han sido claramente explícitas en la intención de premiar salarialmente la responsabilidad, la capacidad y el desempeño.
Es una inteligente manera de estimular el trabajo, el estudio y el acceso a los puestos de dirección. En ese sentido, la Reforma en ciernes tiene como primer principio que la remuneración del trabajo sea la fuente principal del consumo de los trabajadores y su familia.
De cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo es una de las normas que rigen esa profunda y necesaria transformación que permitirá que definitivamente la famosa pirámide invertida sea colocada nuevamente al derecho.