El agradecimiento de Máxima y Ana

Resulta que Máxima Caridad Rodríguez Lorenzo (madre de Ana) padece de Alzheimer y es una de las pacientes incluidas en el ensayo clínico que se desarrolla en el Servicio Provincial de Atención Integral Comunitaria a los Trastornos de la Memoria del Hospital Iván Portuondo de San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa; a cargo de la Doctora Máster en Ciencias Saily Sosa Pérez.

A Máxima, con 83 años de edad, le brillan los ojos cuando le hablan de salir a la calle. «Ahora no quieren que salga pero ya estamos en esta etapa y escondida le dije a mi hijo que venía a visitar a Ana, una hora solamente. Él me dice que me tiene que cuidar porque esto ataca a los viejos».

Durante un año recibió el tratamiento con Neuro EPO, medicamento desarrollado por el Centro de Inmunología Molecular para retrasar el proceso neurodegenerativo y la progresión de las manifestaciones cognitivas; resultados que son palpables en el actuar de esta octogenaria mujer.

A pesar de la situación epidemiológica por la que atraviesa el país provocada por la COVID-19 y ahora en la primera fase de la etapa post pandemia, Máxima y su hija se trasladaron hacia La Habana para su evaluación mediante la resonancia magnética y un electroencefalograma.

«Nos pusieron gorros y guantes para entrar al carro, hay que estar bien protegido. Todo estaba esterilizado. Los médicos muy atentos. Me hicieron una prueba de sangre porque allí hacen investigaciones. Cada rato se me pierden las cosas pero al poco rato me acuerdo». Así me dice entre risas y una mirada traviesa, porque las personas de su edad son como niños pequeños.

Desde el año 2017 médicos y especialistas de este centro desarrollan el Ensayo Clínico Evaluación de la eficacia y seguridad de la administración nasal de NeuroEPO en pacientes con enfermedad de Alzheimer leve-moderada.

Al igual que Máxima otras 149 personas con este padecimiento se evalúan por estos días para comprobar la validez del estudio que debe concluir en próximos meses.

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