Los jóvenes combatientes tomaron ese día la ciudad por momentos en los distintos lugares acordados, pero la acción no obtuvo el resultado esperado porque el yate Granma no arribó a nuestras costas.
El levantamiento armado de Santiago de Cuba abrió la senda de la lucha de liberación que desde las montañas orientales traerían la Revolución y acabarían con el dictador asesino Fulgencio Batista. Las masas santiagueras contribuyeron al alzamiento.
Sobre el 30 de noviembre Frank País escribió: Era hermoso el espectáculo de un pueblo cooperando con toda valentía, en el momento más difícil de la lucha.