¡Patrimonio para todos!

Las imágenes que estaban en la pantalla de la PC (Personal Computer) eran fotos documentales, tal vez documentos patrimoniales digitalizados que se habían filtrado y de manera informal, fue de mano en mano en esta Habana «mitad azúcar, mitad son», a través de memorias flash.

En esas instantáneas, en blanco y negro, muchas en sepia, reconocía distintas calles y avenidas emblemáticas de la ciudad de La Habana, Línea, L, 23, Malecón, 5ta. Avenida, etc. Sin especificar fecha, cada una de las instantáneas no solo mostraba una imagen de la ciudad, sino también de cómo era la gente, la sociedad.

En una de ellas se apreciaba un grupo de políticos vestidos de traje blanco y sombrero tipo Jipijapa inspeccionando obras del Malecón habanero; otras mostraban a trabajadores de la construcción que laboraban en las obras del legendario muro o en la intersección de la Calle Línea y L.

Atando cabos, se podía concluir que las imágenes habían sido tomadas hacia finales de los años 40 o principios de los 50, pues en una de estas se apreciaba el retiro de la línea de uno de los tranvías que bajaba por la Calle L, los cuales dieron su último viaje en abril de 1952.

Construcción del Malecón de La Habana. Foto Patrimonial

Igualmente, se podían sacar conclusiones del grupo racial que ocupaban, mayoritariamente, los trabajadores de la construcción y de cómo funcionaba la vida política de aquel entonces, donde carteles publicitarios anunciaban la postulación de un fulano para Concejal.

La exactitud de mi conclusión puede no ser de un 100 por ciento, pero sí lo fue, espiritualmente, el ejercicio de investigación que hice para interpretar o entender esas fotos de La Habana del ayer.

De experiencias como esta, millones de personas han llegado a la conclusión de que el patrimonio de la humanidad ha de ser cuidado, conservado y compartido, para que todos podamos entender mejor el presente a raíz de conocer más, el pasado.

Tercer Encuentro Internacional sobre bibliotecas y patrimonios

Sobre la preservación y cuidado del patrimonio se habló mucho en el recién concluido III Encuentro Internacional «La preservación del patrimonio documental en las bibliotecas de Iberoamérica: experiencias y desafíos», que tuvo como sede la Biblioteca Nacional José Martí (BNCJM), de La Habana.

Acerca de la importancia del rescate del patrimonio, disertó el Director General de esa prestigiosa institución, el profesor e historiador, Doctor Eduardo Torres Cuevas, en las palabras inaugurales del evento. Al referirse a la obra patrimonial de la isla, dijo que es también la del mundo, pues su papel como puerta de entrada a las Indias Occidentales Españolas fue muy importante.

Nancy Machado, Subdirectora de la Biblioteca Nacional En relación al proceso de restauración y conservación que se aplica en instituciones cubanas, la Sub-Directora General de la BNCJM, la Máster Nancy Machado, informó que en el país no hay centros que provean a las bibliotecas de los elementos necesarios para garantizar ese proceso, tales como una sencilla cartulinas libre de ácido. «Si en los archivos y bibliotecas cubanas existe la posibilidad hoy, de trabajar con esos elementos es gracias a proyectos de colaboración con entidades extrajeras», acotó.

Machado mencionó que la BNCJM es una de las instituciones que forma parte de la Comisión de la Memoria Histórica, la cual busca, desde el 2007 el cuidado y preservación de la imagen patrimonial de la mayor de las Antillas: la música, los archivos históricos, bibliotecarios, cinematográficos, etc.

Desde hace 10 años, la Biblioteca Nacional cubana lleva a cabo un plan de digitalización de su material de archivo. A través de proyectos internacionales se ha logrado digitalizar la prensa del siglo XX y la del XIX.

«También están digitalizadas y restauradas las colecciones de mapas, de manuscritos, toda la obra de José María Heredia y Julián del Casal, la colección de Julio Lobo Olavarría, la Cartelería cubana, libros, documentos, folletos y fotos. Todo esto pertenece al Catálogo Colectivo Colección Cubana, el cual dispone de un 45 ó 55 por ciento de material que se encuentra exclusivamente en el país y sin presencia en la web», enfatizó.

Un elemento importante a significar es la socialización de los catálogos del patrimonio de la Biblioteca Nacional, para que el mundo sepa qué tiene esta y así lograr proyectos de cooperación, como en efecto ha sucedido con universidades de España y Estados Unidos. Esos proyectos han ayudado a la restauración, conservación y digitalización de los materiales.

La digitalización de obras patrimoniales

En cuanto a la digitalización, este proceso permite preservar mejor las obras originales y socializar los contenidos hacia todo el mundo. Pero al no disponer de la plataforma necesaria para ello, muchas veces el usuario tiene que hacer uso de la obra original. Es por esto que, según dice Machado, el centro tiene un proceso de categorización de usuarios para garantizar que el uso sea controlado.

La falta de tecnología digital como disponer de un Ancho de Banda eficiente y disponibilidad de espacio para subir todo el material patrimonial de las instituciones archivísticas cubanas a La Nube, imposibilita que mucho contenido histórico, actualmente preservado, sea consumido por todas las personas.

Dra. Sofía Borrego, Jefa de Laboratorio del Archivo Nacional de CubaAl abordar sobre el tema, la Doctora Sofía Borrego, Jefa de Laboratorio del Archivo Nacional de Cuba, expresó: «Tenemos una buena cantidad de documentos que se han digitalizado y no podemos subirlo On-line porque el Ancho de Banda con que cuenta el Archivo Nacional, malamente le da para su gestión de Internet».

La Subdirectora de la Biblioteca Nacional, Nancy Machado, subrayó que continúan trabajando, no obstante los accesos ineficientes; «no estamos parados en el tiempo, avanzamos poquito a poco, con los recursos que tenemos», aseveró y luego advirtió que lo más importante es la colaboración lograda entre las instituciones que participan en la Comisión de la Memoria Histórica, tales como el Archivo Nacional, el Instituto de Literatura y Lingüística, la Cinemateca, la Radio Cubana, etc.

Una Biblioteca Digital en Cuba

La BNCJM ha proyectado y presentado a la Comisión una propuesta de hacer la Biblioteca Digital de Cuba, lo cual sería una plataforma donde podrán interactuar e interrelacionarse todos los fondos del tema Cuba resguardados en las instituciones cubanas.

Se trata de proyectos existentes y conservados, y cuando estén creadas las condiciones tecnológicas se llevarán a vías de hecho. Se está materializando un vínculo entre la Biblioteca Nacional de Cuba, el Ministerio de Comunicaciones, y figura como institución intermedial al Ministerio de Cultura.

Las circunstancias tecnológicas y el logro de una red de transmisión de datos de calidad privan al Sistema de Bibliotecas de Cuba, y en especial a la Biblioteca Nacional de socializar el conocimiento de la memoria histórica de la nación.

A juicio de Machado, «nos queda la esperanza, la buena nueva de que el patrimonio está bien guardado y cuidado. Sólo hemos de esperar su publicación para poder consumirlo y así conocer el pasado patrimonial de nuestra Cuba. Ese mismo que nos ayudará a identificar nuestro pasado, poner los pies en la tierra del presente y forjar con empeño un proyecto hacia el futuro, siempre con Cuba en nuestras solapas».

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