por Un mayor dinamismo y un reforzamiento del acercamiento al pueblo, al cual representa, debe caracterizar el trabajo del Partido, en momentos en que Cuba está inmersa en profundas transformaciones y no se detiene el asedio económico y comercial de Estados Unidos.
Pero además, despliega un esfuerzo extraordinario para enfrentar la COVID 19 y que ningún cubano quedé sin la atención médica requerida.
Por eso es esencial la comunicación con cada uno de los sectores de nuestra sociedad, pues para la revolución todos importan. Escuchar sus problemas, inquietudes o sugerencias debe ser una prioridad de los militantes en aras de hallar soluciones y trabajar unidos
Y de ese vital diálogo, siempre respetuoso, pero en el que no se deben temer las discrepancias, deben ser parte esencial los jóvenes, quienes, como bien señalara el también primer secretario del Comité Central del partido, están llamados con su fuerza y entusiasmo a defender los logros de la revolución, pero igualmente a ser ejecutores de las transformaciones en marcha.
La juventud que a lo largo de nuestra historia siempre ha ocupado un lugar en la primera línea, nuevamente mostró su valia y compromiso en este difícil año vivido por la COVID 19 y el recrudecimiento del genocida bloqueo norteamericano.
La importancia de perfeccionar el funcionamiento del partido fue un tema ampliamente debatido en La Habana del 16 al 19 de abril pasado en el histórico Octavo Congreso de la organización, y que sigue estando en el centro de atención de las autoridades.
De ahí que el secretariado del Comité Central, encabezado por Díaz Canel, inició una serie de visitas a las provincias para continuar el debate y sobre todo, cumplir las ideas, conceptos y directrices de la magna cita partidista.
Pinar del Río y Artemisa fueron los territorios por los que se inició este recorrido, que busca potenciar el trabajo desde la base para que la agenda del debate coincida cada vez más con la agenda pública.
En días recientes el presidente cubano en una videoconferencia con dirigentes de todo el archipiélago llamó a debatir con objetividad los documentos del Octavo Congreso.
Grandes retos tiene el país, que no renuncia a su crecimiento económico y por tanto, a elevar el bienestar de todos los ciudadanos. Y para llevar a la práctica todas sus aspiraciones precisa de una participación activa y proactiva de la militancia comunista, que debe ser capaz de movilizar y de incentivar el necesario compromiso de los ciudadanos.
Perfeccionar el papel de esa fuerza rectora de nuestra sociedad que es el Partido Comunista es un imperativo de los tiempos que corren, en los que Cuba trabaja por su desarrollo socioeconómico, y necesita de la unidad y voluntad de todos ante los obstáculos que impone la hostil política de Estados Unidos y sus pretensiones de subvertir nuestro orden constitucional y desviarnos del camino trazado hace más de 150 años.