Seis décadas de un holocausto (Audio)

El Comandante de la Revolución, Fidel Castro Ruz, el 4 de marzo de 1961 pronunció un discurso en el que decía:

Hoy se cumple el primer aniversario de aquel holocausto que costó cerca de 100 vidas de obreros y de soldados cubanos (…) Cuando el pueblo se reúne en la tarde de hoy, cumple un deber de cariñoso recuerdo, de homenaje, para aquellos que dieron su vida por su pueblo. No cayeron en un combate, pero no solamente se muere por la patria en los combates. Trabajaban, y trabajaban por la patria, trabajaban para contribuir a la defensa de su pueblo y de su causa. Aquellos obreros y aquellos soldados estaban descargando las primeras armas que llegaban a nuestro país para defender a la Revolución y para defender la integridad y la soberanía de la nación.

Hace seis décadas, sin duda alguna, la tranquilidad de la tarde desapareció. La cruel explosión del vapor francés La Coubre estalló el 4 de marzo de 1960, mientras descargaba en el Puerto de La Habana. Las cifras se estimaron en 101 muertos, 200 heridos y un sinnúmero de desaparecidos.

Cuando este 4 de marzo sean las 3:10 pm, estaremos rememorando un gran estruendo que causó dolor en el pueblo y en la familia de cubanos, pero también vergüenza a aquellos que sin pensarlo dos veces no tienen conciencia ni respeto hacia la humanidad.

Una razón más por la que tenemos que tener en cuenta que no existe argumento alguno que logre encubrir la injusticia. En tiempos en los que nunca hemos olvidado nuestra esencia, en tiempos que sabemos, como bien cita nuestro presidente Miguel Díaz-Canel, que “Tenemos Memoria”. Es cuando debemos mostrar al mundo una vez más la capacidad y el altruismo de los cubanos.

En el discurso antes mencionado, en el lugar de los hechos, Fidel agregó: «Para comprender lo que es la Revolución, basta solo con pararse en cualquier rincón de Cuba, aquí o junto a las chimeneas de cualquiera de los ciento sesenta y tantos centrales azucareros; aquí, o en el medio de las montañas, o en el medio de los llanos, y hasta en el medio de las aguas que rodean a nuestras costas, y preguntarse: ¿ayer, de quién era todo?, ¿y hoy, de quién es todo?»

 A esta interrogante las exclamaciones no cesaron de decir: “¡Del pueblo!”. Y aunque parezca sencilla, la respuesta lleva implícita mucha entrega y gran medida de la justicia, pero a su vez sueños y vidas entregadas. La Revolución es del pueblo y es a su vez, pueblo.

Mientras otros deciden matar inocentes, optan por el terrorismo, la Revolución continúa formando médicos en la Escuela Latinoamericana de Medicina.

No le teme a las adversidades cuando decide mandar especialistas de la salud a cuanto país lo necesita. Se complace con cada niño cuando usa un cartel que dice: “Ya sé Leer”; pero tampoco se olvida de brindar el plan de alfabetización Yo Sí Puedo, para que otros niños y adultos también gocen del privilegio de leer y escribir.

Porque honrar a los que perdieron tan vilmente su vida, a los familiares dolidos, no sólo se logra con lágrimas, sino también logrando cada día mayores victorias.

Escuche en audio el reporte de la periodista Alhija Villalón Veliz, de la emisora Radio Rebelde:

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