por No digo que esa haya sido la única información ni mucho menos. Me refiero solo a las imágenes. Más de un periodista y varios sitios web de la prensa cubana siguieron en tiempo real el paso de ese fenómeno, por no hablar ya del excelente trabajo de la televisión cubana.
A medida que avanzaba la mañana después de la tormenta, otras imágenes igual de desoladoras, fueron inundando las redes, pero Arelis y Miguel Ángel, con tremenda profesionalidad, fueron los primeros.
Claro, poco hubiera logrado de no ser por el igualmente destacado trabajo de su colega, el fotorreportero Miguel Ángel Sánchez, quien perdió su casa y allí seguía, cámara en ristre y «mirada aterrada», como anotara Arelis en su twitter. Después, se sumaron fotos de otros compañeros de trabajo.
Es uno de los ejemplos más recientes y conocidos. Pero justo anoche, el noticiero de televisión, en su emisión de las 8:00 pm., daba a conocer una información construida a partir de un twitter que Josefina Vidal publicara a propósito de la llegada a Cuba de la esposa del vicepresidente de EE.UU.
Sí, nos empezamos a parecer al mundo en esos menesteres.
De hecho, esta no es la primera vez de reportes de la prensa cubana en tiempo real empleando las redes sociales, pero sí es el más reciente y bien sonado por su trascendencia: se reportaba sobre vidas y dolores humanos, nada más relevante.
Sin duda, falta camino por recorrer. Qué bueno será cuando no solo comunicadores profesionales y personalidades tengan la posibilidad de dar a conocer sus imágenes y textos en esos espacios. Cuánto se podría enriquecer el periodismo cubano con esas fuentes, tan vivas como la realidad misma.
Al menos, ya estamos empezando, y más temprano que tarde, supongo, no solo el mar irá a la montaña, también la montaña podrá ir al mar y desde allí reportar.