El Caribe, frontera imperial de América

Para muchos estudiosos, ese texto del político e intelectual dominicano Juan Bosch, constituye una referencia a la hora de entender la formación de la cultura y la tradición que los países anclados en el Gran Caribe comparten entre sí.

Capítulos de la historia de esa región se han escrito con la sangre y rebeldía de hombres audaces. Ya sea por su posición geográfica, la fertilidad de sus tierras, los recursos minerales, el azul de las playas o el carisma de su gente, esta parte de Nuestra América se ha encontrado expuesta a la ambición de las grandes potencias.

Por eso, la lucha de los pueblos por su definitiva liberación se encuentra reflejada en «De Cristóbal Colón a Fidel Castro…», por lo que resulta imposible o poco acertado hablar o vislumbrar el camino hacia el desarrollo de un país, sin consultar sus antecedentes.

Juan Bosch, uno de los presidentes que tuvo República Dominicana, describió el triunfo de la Revolución cubana como un punto de giro en la realidad caribeña. Según él, el triunfo revolucionario motorizó un reordenamiento político en la zona.

El Caribe juega un papel importante en la comprensión sociopolítica del continente americano. ¿Por qué existen tantos países subdesarrollados? ¿Por qué a pesar de tener tantas riquezas y recursos naturales, algunos pueblos no la usan totalmente en función de su crecimiento?.

La respuesta es sencilla: por muchos años los países del Caribe fueron la materia prima de muchas potencias. Por estas tierras desfilaron España, Francia, Inglaterra…Esto, sin citar aquellas que desde posiciones injerencistas alientan las desigualdades.

Acercarnos a la historia de los pueblos ha sido bueno. Y es que como se expresa en el volumen en cuestión, la tranquilidad y la coexistencia pacífica solo se alcanzará si se dialoga sobre las bases que los forjan.

Creo que en eso hemos avanzado. Hoy el Caribe se muestra como parte de ese pilar que sostiene y proclama a América Latina como Zona de Paz. Así continuaremos, y para lograrlo los miembros de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) se dan cita en La Habana y trazan sus directrices.

Fidel Castro y Juan Bosch. Foto: Archivo

 

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