El comercio de armas en el mundo resta recursos para el desarrollo

Sin embargo, la inestabilidad mundial, los focos de tensión en el Oriente Medio y otras regiones, y la expansión del autodenominado Estado Islámico, auguran altos ingresos de las principales compañías exportadoras de armas.

Si bien las ventas de Europa se contrajeron, cabe precisar que las empresas de armamentos alemanas y suizas fueron las únicas en obtener un crecimiento.

La industria occidental dedicada a este rubro acapara el liderazgo del mercado global.

Las ventas de los 100 mayores fabricantes ascendieron a 367 000 millones de dólares en 2014, con 80% del total a cargo de empresas de Estados Unidos y Europa.

La potencia del Norte es el principal negociante de armas en el mundo con un monto de 23 000 millones de dólares anuales, para absorber un tercio de todas las comercializaciones.

Sus tres principales clientes son Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos y Australia.

Con capital estadounidense trabajan las tres empresas de mayor exportación de material bélico, o sea, Boeing, Lockheed Martin y Raytheon.

Entre otros importantes fabricantes y proveedores de armas destacan Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y España, este último casi inadvertido en estos menesteres.

Pocos reparan en la irrupción de Israel en tan lucrativo negocio, pues con 1 700 millones fue el séptimo país que más pertrechos de guerra exportó en 2014.

Entre los menos conocidos también aparece Corea del Sur, con provisiones del orden de los 740 millones de dólares en 2014 y pasó así a ser el país con mayor crecimiento en Asia.

No puede olvidarse que naciones con economías emergentes se incorporan a la manufactura de armas como Turquía, con 2 empresas posicionadas ya en el mercado.

El mayor comprador de material de guerra es Oriente Medio , con 110 000 millones de dólares de importaciones potenciales en los 10 próximos años.

A pesar de la reducción transitoria de las ventas de armas en el planeta en 2014, persiste en los fabricantes la intención de proseguir las entregas, porque si exportan más podrán incrementar las inversiones en su propia industria.

Estamos en presencia de un desvío de recursos hacia fines nada edificantes, y que podrían dedicarse a cubrir necesidades de la Humanidad.

Ahí está el caso de África, pues con agudas necesidades de fondos para atenuar la pobreza, aumentó sus importaciones de armas 45% en el período 2010-2014 con respecto al de 2005-2009.

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