La cultura entreteje fuertes vínculos, difíciles de olvidar, de romper, pero también necesarios de cuidar y fortalecer, ante las pretensiones de algunos de sembrar divisiones e intentar infructuosamente de quebrar su carácter de resistencia y de respeto por los principios y valores que nos definen.
En ese camino de aunar voluntades y de mostrar cuánto se crea en esa constante reafirmación de nuestra cubania se inscribe «Cuba Va Conmigo», primer Festival de cubanos residentes en el exterior, que de manera virtual se desarrollará hasta este viernes y une a destacados exponentes de las diversas manifestaciones artísticas.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, ha resaltado la dimensión del evento el cual, afirmó, servirá para estrechar los nexos con los nacionales fuera del país, en un homenaje a la historia y las raíces cubanas.
Más de 80 artistas, principalmente músicos, pero también de la plástica, la danza, el circo y audiovisual se unieron a este Festival, que busca, apuntaron sus organizadores, una forma de encontrarnos e intercambiar con mayor frecuencia.
Esta iniciativa se suma a otras acciones que el Ministerio de Cultura efectúa en coordinación con la Dirección de Asuntos Consulares y Atención a cubanos residentes en el Exterior.
Las autoridades del archipiélago han resaltado que con asiduidad creadores que residen en otras naciones están en eventos en Cuba y en muchas ocasiones dictan talleres en nuestras escuelas de arte.
Pues el intercambio y el diálogo con sus nacionales asentados en diversas regiones del orbe es una prioridad de Cuba, que a lo largo de los años ha incentivado desde aquellas primeras pláticas en noviembre de 1978 entre integrantes de la comunidad cubana en el exterior y el gobierno revolucionario.
Aunque la política agresiva de Estados Unidos, secundada por algunos elementos de origen cubano, ha obstaculizado la normalización de las relaciones entre la nación y su emigración, a partir de la década del 90 del siglo pasado se retomó el camino trazado en el 78.
«Cuba Va conmigo» se enmarca en ese diálogo, siempre respetuoso, sincero, despojado de chantajes y encaminado a consolidar los lazos que nos unen.
La cultura cubana está viva y se extiende por todo el mundo, cosechando éxitos, dando alegrías a todos los cubanos, y sin perder su vínculo con sus raíces, con la tierra que los vio nacer o donde nacieron sus ancestros.