por El lobby del cine de Vereda Nueva fue el sitio escogido para rendirle homenaje al gran estadista y visionario. Niños, jóvenes, estudiantes, amas de casa, combatientes de la Revolución, obreros y profesionales de distintas esferas, reafirmaron la letra del concepto de Revolución, y ante una gran imagen de Fidel depositaron flores.
René Pérez, combatiente de Playa Girón y cubano de pura cepa, no esconde su emoción al hablar del Comandante en Jefe. «Ha representado mucho en mi vida; a él le debo haber logrado la carrera de Ingeniería Agrónoma, pues yo soy de origen campesino y era muy pobre». Con lágrimas en los ojos, afirma que «nuestro líder fue un hombre universal y será recordado para toda la vida, como se recuerda a José Martí, a Lenin y a Hugo Chávez».
Con solo 8 años de edad, la pequeña Nathaly Brito trae en sus manitos una hermosa flor. Cuando le pregunté quién era Fidel, me respondió: «Él era muy bueno con nosotros los niños, liberó a la Patria y creó escuelas para que estudiáramos; nos dio una vida mejor».
Las sorprendentes palabras de Nathaly demuestran la grandeza de Fidel, quien no escatimó esfuerzos para regalarles a los pinos nuevos y los desposeídos un mundo digno y feliz. Como ella, los residentes en Vereda Nueva también evocan al hombre que tocó con sus manos el firmamento de los inmortales.
