Frei Betto: Fidel es un hombre de una trascendencia histórica

En su conferencia magistral el teólogo brasileño acude a Fidel y a Martí en más de una oportunidad y hace referencia al pensamiento de estos dos grandes hombres.

Al concluir su disertación pido a Betto, que me defina a Fidel Castro.

Me miró un poco asombrado —pienso que esperaba que mi entrevista fuera sobre la reunión a la que asistíamos en la Universidad Autónoma de la Ciudad del Carmen­­—, sonrió y me dijo:

«Bueno, para definir a Fidel yo tendría que ocupar un volumen comparable con las obras completas de José Martí. Porque Fidel es un hombre de una trascendencia histórica no solamente para América Latina, más para todo el mundo.

«Es una figura que ha marcado profundamente la historia del siglo XX, porque le tocó liderar un proceso revolucionario y hacer de Cuba el único país socialista de occidente.

«Pero no es  solo el hecho de que la Isla haya roto con las amarras del sistema capitalista, lo más importante es que el país está muy cerca de Estados Unidos y sufre toda la presión, con todos los sabotajes, y atentados que el mismo ha sufrido. Con todo eso Cuba ha resistido.

«Yo siempre cuando los amigos como tú me preguntan, cómo puedes explicar a Fidel, yo les digo, mira, no vamos a buscar la explicación a la luz de los libros de Marx o Lenin. No es por ahí donde está la cosa. Para entenderlo tienes que pensar que este hombre es una mezcla de José Martí y San Ignacio de Loyola. Si usted conoce la historia y el pensamiento de José Martí y conoces la historia de los jesuitas, de los cuales el fue alumno como más de diez años, usted sabe quién es Fidel.

«Tiene la inteligencia de Martí y la voluntad, la firme voluntad, el firme carácter de los jesuitas. Y mira que yo soy dominico y esto que estoy haciendo es una cosa muy rara, que un dominico haga elogios a un jesuita.

«Bueno, yo defino a Fidel como un amigo desde el año 80 y tenemos una relación de amistad. Yo me siento como hijo político de una persona que siempre tengo la preocupación de cuidar, y al mismo tiempo como un hermano más viejo porque me ha dado mucha libertad de hablar de todo con él.

«Por ejemplo yo le dije que quería hacerle unas observaciones críticas a la Revolución y me respondió: no solamente tienes el derecho, tienes el deber de hacerlas.

«Y en Brasil, cuando la gente me pregunta, tú que eres tan amigo de Cuba y de Fidel, no tienes ninguna crítica que hacerle a la Revolución Cubana, les digo, sí tengo varias, entonces me dicen cuáles son, y  les respondo, yo tengo un principio, los amigos se critican y los enemigos se denuncian, entonces las críticas que tengo se las digo a los cubanos, no aquí a los brasileños y siempre trabajo por la solidaridad con Cuba en todo el mundo.

«Entonces yo, que Dios me dio la oportunidad de conocer a Fidel, de visitar su casa, te digo que tiene la misma lucidez, la misma cabeza fresca que encontré en Managua, Nicaragua, cuando lo conocí en 1980, la noche del 19 de julio de 1980, en el primer aniversario de la Revolución Sandinista.

«Y hasta hoy Fidel tiene la misma agilidad mental, raciocinio, tremenda facilidad matemática, con la que yo estoy en deuda porque soy un malísimo matemático.

«Cuba tiene la ventaja de tener a un Fidel que ha hecho una obra extraordinaria a través de sus escritos, discursos, intervenciones en el país y fuera de él y al mismo tiempo a los 90 años sigue como un joven militante revolucionario.

«Hay que dar las gracias al pueblo de Cuba que ha producido ese hombre y gracias a Dios que le ha dado salud».

 

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