El secuestro revolucionario de la virgen de Regla

En un informe que el Comandante Delio Gómez Ochoa (Marcos) como jefe nacional de acción del Movimiento, y desde La Habana, escribió al Comandante en Jefe Fidel Castro la  opinión positiva que tenía sobre el valioso grupo revolucionario existente en Regla. A pesar de la persecución policíaca múltiples fueron las acciones que llevó a cabo.

De gran repercusión política fue el secuestro de la virgen de Regla por los combatientes clandestinos reglanos días antes de las celebraciones que en fecha fija del mes de septiembre tenían lugar en esa localidad en homenaje a su patrona.

Era necesario por tanto no impedir la tradición religiosa anual y sí lo que la efemérides fuera utilizada en materia de negocios y de aprovechamiento político para tratar de demostrar una normalidad que no reinaba  en Regla ni en todo el país.

El comando revolucionario encabezado por el jefe clandestino Alberto Álvarez Díaz llegó al recinto de la iglesia de Regla muy próximo a las 12:00 del día del 5 de septiembre de 1958.  Era la hora exacta en que se producía el cambio de guardia en la estación de policía.

Con rapidez, pero con cautela, los combatientes se dirigieron al altar mayor lugar donde se hallaba la virgen de Regla.  Gracias al apoyo recibido por el párroco de la iglesia Monseñor Ángel Pérez Varela, todo trascendió con normalidad.

El párroco, según lo acordado, había desprendido la imagen de la virgen de la base atornillada en que estaba fijada. Todo fue cuestión de minutos. Sacada del recinto religioso, la virgen fue colocada con sumo cuidado en el maletero del auto utilizado por el comando clandestino.

Ya de ahí en adelante se presentaron complicaciones que pudieron hacer peligrar la operación. El párroco había dado el tiempo necesario para denunciar a la policía el secuestro.

Del auto, inicialmente usado, la virgen fue colocada en el interior de  un camión que comercializaba alcohol, debiendo transitar por la incertidumbre de no poder ocultar la misma en dos lugares previstos.  En esto participaron los combatientes Alberto Álvarez, Gustavo Más y José Lorenzo Díaz (El Alcoholero), así como el chofer del camión.

La repercusión policiaca no  se hizo esperar, como siempre, golpes y torturas infligidas a detenidos para obtener información.  Ello fue infructuoso.

Transcurrió el día 8 de septiembre, fiesta de la patrona y la misma no apareció, solo que días después llegaba a la policía la información: de que la virgen de Regla se hallaba en Cojímar en un horno de cal, sin haber recibido daño alguno.  Cuando la policía llegó al lugar se encontró que la virgen, no estaba sola, era protegida por una bandera del Movimiento 26 de Julio.

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