Jóvenes en Revolución ayer y hoy

Fidel y Raúl en varios momentos han subrayado las virtudes, el espíritu, la audacia, la valentía de los jóvenes y la confianza invariable en ellos. La historia ha demostrado sobradas razones y argumentos.

Porque jóvenes eran, en su inmensa mayoría, los decididos patriotas que se alzaron en armas, en la manigua redentora, por la independencia de Cuba del yugo colonial español; los valientes compatriotas que levantaron las banderas del antiimperialismo frente a los Gobiernos proyanquis durante la pseudorepública.

De esa época es el joven Rubén Martínez Villena, una de las figuras más destacada de los participantes en la Protesta de los Trece  (marzo-1923) contra la corrupción imperante en el gobierno de turno, y  con la cual se inició en la labor política. Junto a él Juan Marinello y José Zacaría Tellet, entre otros.

Ese mismo año Rubén conoce a Pablo de la Torriente Brau (abril) y a Julio Antonio Mella (noviembre) con este último colaboró estrechamente en la Universidad Popular José Martí y en la fundación de la Liga Antimperialista de Cuba.

Antonio Guiteras Holmes, es una de las personalidades más relevantes de la revolución del treinta. Su ideario nacional liberador, y antimperialista, de declaradas proyecciones socialistas  está implícitamente expuesto  en los documentos que  escribió, y sobre todo en su breve pero intensa vida de combatiente revolucionario.

Fundó La Joven Cuba para combatir mediante la lucha armada al régimen imperante. Al publicar el programa de esta organización, Guiteras precisó que su objetivo, una vez tomado el poder, era estructurar el Estado cubano conforme a los postulados del socialismo.

El Comandante Che Guevara calificó a Guiteras como “el más puro luchador antimperialista”.

Decisión y esperanzas estaban presentes en el grupo de jóvenes cubanos, que liderados por Fidel Castro deciden el asalto al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba y Cuartel Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, el 26 de julio de 1953, año del centenario del nacimiento del Apóstol José Martí.

Fue la respuesta del pueblo cubano ante la situación creada por Fulgencio Batista con el golpe de estado el 10 de marzo de 1952 y la búsqueda de un camino a través de una revolución que permitiera erradicar los males económicos y sociales producto del control norteamericano.

Aquellos jóvenes de vanguardia, (135) entre los que se encontraban Abel Santamaría, Raúl Castro, Raúl Gómez García revivieron sus enseñanzas patrióticas y antimperialistas, al iniciar con el asalto al Moncada, la nueva gesta emancipadora del pueblo cubano.

A pesar del derroche de valentía y dignidad de los asaltantes, en número y fuerza menores, no pudieron tomar las fortalezas, y los soldados de Fulgencio Batista, aún temerosos, los masacraron al concluir el combate. Los sobrevivientes fueron detenidos y posteriormente enjuiciados y condenados a prisión por la tiranía batistiana. En el histórico alegato de defensa «La Historia me absolverá» el Dr. Fidel Castro Ruz señaló:

«Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, era tanta la afrenta… Pero vive, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno… hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba, a darles su sangre y sus vidas para que él siga viviendo en el alma de la patria».

Porque jóvenes eran también los intrépidos expedicionarios que desembarcaron en el Granma;  los que combatieron en las filas del aguerrido Ejército Rebelde, seguidos de sus contemporáneos que lucharon desde la clandestinidad, hasta el triunfo del primero de Enero de 1959.

Los que vistieron el uniforme de las nacientes Milicias Nacionales Revolucionarias y los que cayeron heroicamente en Girón; los combatientes que aniquilaron las bandas contrarrevolucionarias en el Escambray y en otros territorios del país; los que integraron el noble ejército de más de cien mil alfabetizadores, campaña que también aportó sangre joven a la lista de mártires de la patria.

Jóvenes fueron los que se movilizaron en pie de guerra y desafiaron el peligro nuclear durante la Crisis de Octubre; los más de trescientos mil combatientes internacionalistas que, voluntariamente, muy lejos de su Patria y de sus seres queridos, escribieron páginas gloriosas, coronaron la victoria e hicieron realidad el ejemplo altruista del Che.

Seguidores de las mejores tradiciones han acompañado decididamente estos años difíciles, de carencias y de supervivencia de la Revolución frente a la voracidad y los infructuosos intentos del imperio por destruir la Revolución por todas las vías posibles; los que se desempeñan y destacan en todas las esferas: económica, política, social y en la defensa, participando en todos los combates por la construcción de una nueva sociedad, en Cuba y otras partes del mundo, junto a las generaciones que le han antecedido y guiado hasta aquí.

Los jóvenes han aprendido que ellos son una meta priorizada del enemigo, que persiste y no desistirá en tratar de inculcarles los patrones de conducta, la cultura y la ideología imperialista por los medios y formas más sutiles, y están conscientes de que el adversario siempre intentará enfrentar a las generaciones de cubanos, fomentar el desaliento en el futuro y la desconfianza en la dirección de la Revolución, e inseguridad en los destinos de la Nación cubana.

Aunque el presidente Barack Obama ha expresado que su gobierno no tiene intenciones de subvertir el orden interno en Cuba, el presupuesto público de Estados Unidos ha destinado cerca de 30 millones de dólares para financiar proyectos subversivos contra nuestra nación a través de la Agencia para el Desarrollo Internacional, USAID y la NED, con el objetivo de influir negativamente sobre la juventud cubana, crear situaciones de desestabilización para provocar cambios en el sistema político cubano.

Recordemos el proyecto de Twitter Cubano, conocido como  ZunZuneo, el Piramideo, la recién conferencia sobre el uso de internet en Cuba, financiada con dinero de los contribuyentes estadounidenses a través de la Oficina de Transmisiones hacia Cuba (OCB, según sus siglas en inglés), que administra Radio y TV Martí, y que reunió a periodistas “independientes” de la isla con innovadores digitales y activistas que aspiran al cambio de régimen en la nación caribeña mediante el uso de las nuevas tecnologías.

En los últimos días se ha hablado mucho de las Becas World Learning, sobre todo por la denuncia de las organizaciones estudiantiles cubanas a un programa que se repite por segundo verano consecutivo y se presentan de manera sutil y solapada dirigido hacia la juventud cubana pero esconden su verdadera naturaleza de forjar agentes de cambios en la Isla.

Cual avispero, la juventud, protagonista de su tiempo, también alzó su voz  en contra del bloqueo que EE.UU. impone a Cuba por más de 54 años y contra el carácter injerencista de la directiva del presidente Barack Obama del pasado 14 de Octubre.

Consciente está la nueva generación de cubanos de las tareas y retos de hoy y del esfuerzo que debe acometer por ser mejor, más educada, más disciplinada, segura de la conducta a seguir en estos tiempos. Una generación que no se dejará arrebatar las conquistas alcanzadas.

Porque la Revolución, como ha dicho Raúl, “es obra del sacrificio de la juventud cubana…; de todos los jóvenes en todas las épocas que les ha tocado vivir y luchar… Esta Revolución la conducirán adelante los jóvenes plenos de optimismo e inconmovible fe en la victoria

Fidel también ha expresado siempre su confianza en los jóvenes,  hace casi medio siglo, en el acto fundacional de la Unión de Jóvenes Comunistas expresó: “Creer en los jóvenes es ver en ellos (…) además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la Patria, fe en la Patria! ¡Amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismo, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz, convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas!”.

Creer en los jóvenes y hacerse acreedor de esa confianza significa también un compromiso y ser consecuente con las sabias y proféticas palabras de Fidel, pronunciadas el 26 de Julio de 1998: “Un árbol se puede caer porque tenga raíces flojas, pero ningún árbol de raíces profundas podrá ser arrancado jamás, y tenemos millones de ciudadanos con raíces profundas  y un pueblo con raíces muy profundas. Sepan captarlo, sepan comprenderlo nuestros jóvenes instruidos y cultos; sepan beber de la historia; sepan alimentarse de la gloria de nuestra patria, de sus tradiciones, de sus valores, como se alimentan los niños del pecho de las madres.

“No se dejen confundir por nada, no se dejen engañar por nadie. Esa es nuestra esperanza y que este país jamás retroceda, que esta Revolución jamás retroceda, que toda la dignidad y la gloria que hemos adquirido no puedan destruirlas nunca”.

 

 

 

 

 

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