La Casa de las Américas en su 59 aniversario. Apuntes

Hasta esa fecha, y posteriormente, sería decisiva la labor realizada por  la inolvidable personalidad de Haydée Santamaría, como primera Presidenta y fundadora de la prestigiosa institución.

Cuánta actualidad conservan las citadas palabras del Jefe de la Revolución Cubana, y cuántos logros se han acumulado hasta el presente por un referente cultural que no solo ha sido una gran ventana abierta, de manera permanente,  para difundir la verdad de Cuba, y de su desarrollo artístico y literario. 

Indiscutiblemente, desde su creación, la CASA se ha convertido en un corazón vibrante, punto de encuentro  solidario de lo más destacado del arte y el intelecto latinoamericano y caribeño.

De sus momentos iniciales resulta muy importante consultar el valioso informe sobre las actividades que fueron realizadas en sus primeros 50 años de vida.

A poco de ser inaugurada la Casa de las Américas, por Ley No.299, de 28 de abril de 1959, realizó su primera actividad pública con un concierto con obras de los prestigiosos compositores cubanos Harold Gramatges y Juan Blanco, y piezas musicales interpretadas por los estadounidenses William Warfield y el pianista David Garvey.

Con ello comenzaba un vasto plan de actividades culturales que no se detendría en el tiempo en su sede de siempre de la calle 3ra.y G, en el Vedado, antes Casa Continental de la Cultura.

En el ciclo inaugural «Cuba en América», en septiembre de 1959, hicieron uso de la palabra el doctor Raúl Roa  García, nuestro Canciller de la Dignidad, y  el Comandante Raúl Castro Ruz, quien ante los invitados a la conferencia sentenció, con firmeza y con visión de  futuro: «El poder instalado bajo la dirección de Fidel reivindicará resuelta y firmemente la soberanía nacional».

Para cerrar el año 1959, Haydée Santamaría, con su genio y creatividad, organizó la Semana Mexicana, de gran éxito, al contemplar pinturas y grabados de los principales artistas contemporáneos de dicha nación.

En aquella oportunidad, Haydée definió que «la cultura no está solo en las cosas maravillosas que la integran; está también en el alma humana,  es la mayor maravilla». Fue un criterio que ella interiorizó y practicó hasta el último momento de su vida.

Sería en el mismo año 1959 cuando la también heroína cubana libró una convocatoria invitando a los escritores latinoamericanos y caribeños para concursar en un certamen literario, el cual se convertiría con el transcurrir de los años en el más importante de la región.

Este fue, según el poeta brasileño Thiago de Melo, «uno de los caminos que ayudó a construir con la llama de sus ojos y el fuego de sus sueños».

Surgiría así el Concurso Literario Hispano Americano que pasó a llamarse, en 1965, Premio Literario, el cual sería calificado por el Comandante Ernesto Che Guevara -alma sensible gemela con la de Haydée-, como ejemplo de la «exaltación (que Cuba propiciaba) del patrimonio cultural de nuestra América Latina», lo cual dijo en la Conferencia de Punta del Este, en Uruguay de 1960.

En el contexto institucional de la CASA, se iniciaron los pasos para constituir el Archivo de la Palabra -actualmente con mil materiales- que se inició con un disco grabado en 1960 conteniendo un recital del poeta chileno Pablo Neruda. 

Se crearon, además, la Revista Casa de las Américas, la Editorial Casa de las Américas, la Revista Conjunto -fundada por el intelectual guatemalteco Manuel Galich-, sobre las áreas de teatro, así como el Departamento de Música, dirigido por el Maestro Harold Gramatges, y el Centro de Investigaciones Literarias -con el poeta uruguayo Mario Benedetti al frente-, prestigiosa personalidad de las letras.

El  Encuentro de la Canción Protesta en 1967 recibió a numerosos  músicos y estudiosos de distintos países, y que daría lugar a la fundación del Centro de la Canción Protesta. 

Dicho evento sería coronado al año siguiente con un primer recital que ofrecieron Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola.

A partir de entonces, y con el apoyo total de Haydée, los referidos cantautores se convertirían en símbolos de la canción que estaba naciendo. A juicio de Silvio Rodríguez, «… en febrero de 1968 Casa de las Américas era ya un lugar honroso y querido, liderado por una heroína y respaldado por brillantes artistas y escritores».

Honda repercusión tuvo en Cuba y en el resto de la región, la edición de la Revista CASA en homenaje al Guerrillero Heroico, con un texto de Haydée a quien el Che la veía «con todos los fusibles disparados y tirando cañonazos a la redonda».

Como  una prueba más de esa amistad basada en principios y admiración mutuas, Haydée decidió colocar en la sala principal de la CASA -que después recibiría el nombre de Ernesto Che Guevara-, un «Árbol de la Vida», obra de seis metros de altura, dos toneladas de peso y 1.663 piezas realizadas por el artesano Alfonso Soteno», y que fuera donada por el entonces presidente de la República de México, Luis Echevarría.

Ilimitada es la riqueza que puede mostrar la CASA en cuanto a la presencia de cientos de los más prestigiosos intelectuales y artistas de nuestra América, pero también en su biblioteca «José Antonio Echeverría», que atesora publicaciones y títulos referidos a diversas temáticas y autores de la región.

Todo ha sido como una gran espiral en que según se ha reafirmado y profundizado la resistencia del pueblo cubano frente al imperialismo estadounidense, su ejemplo ha traspasado todas las fronteras.

En esto, la CASA ha sido el centro cultural que más ha proyectado hacia el exterior la realidad cubana y lo más excelso de cuanto habita en la mayor de las Antillas en materia de escritores y artistas, en general.

En su intenso y creativo trabajo, la CASA ha tenido como un aval de suma importancia un número de publicaciones que la vinculan sistemáticamente  con otros países de nuestro entorno geográfico. Como impresas están la revista Casa de las Américas, Conjunto, Boletines de Música y Anales del Caribe, y como digitales, la CASA cuenta con La Ventana y Arteamérica.

A todo lo anterior y como vías estimulantes de participación, la institución mantiene  distintos eventos. En primer lugar y como se ha mencionado, el Premio Literario, el Premio de Musicología, Temporada de Teatro Latinoamericano y Caribeño Mayo Teatral, Coloquio Internacional de Estudios sobre culturas originarias de América y Casa Tomada, evento de jóvenes creadores de América en Cuba, entre otros.

Hoy día, al visitar la CASA no deja de sentirse el espíritu de combate e inteligencia de Haydée, de sus principales colaboradores, entre los que se cuentan su continuador en la Presidencia, el artista de la plástica Mariano Rodríguez, y después, y hasta el presente, el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar -director de la revista CASA desde su número 30-, fieles continuadores de esa gran obra cultural de la Revolución y de su inigualable promotora cultural, al más alto nivel, que fue Haydée Santamaría.

El trovador Silvio Rodríguez, querido y admirado por nuestro pueblo por su obra musical, por sus textos, y estrechamente vinculado con la CASA, tuvo el honor de inaugurar con sus palabras el Premio Literario Casa de las Américas 2018. Al leer una parte de su discurso no hizo falta que mencionara el nombre de Haydée, ella estaba muy presente en lo más hondo de sus sentimientos.

Dijo Silvio: «Es como si de pronto se fuera abrir una puerta y entrara una señora con una sonrisa entre pícara y materna, con una mirada entre nostálgica y escrutadora, con una voz de flauta y unos brazos menudos que te rodean, te sostienen y hasta te enderezan, y te hacen pensar que estás a salvo, que realmente puedes decir todo lo que te parece -y hasta lo que imaginas-, extraordinario abrazo que te hace sentir que estás creciendo, o que te hace creer que cuanto dices es que creces, y que sólo por eso vale la pena estar vivo».

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