La impunidad, enemiga mortal

Hoy constatamos que la impunidad se enseñorea tal si fuera un atributo que sirve para sojuzgar, esclavizar, e imponer un orden a ultranza que, a todas luces, no es más que implantar en el mundo un sistema degradado y enajenante que sirve, sobre todo, al gran poder del mundo rico, empeñado a sangre y fuego en prevalecer por encima de toda consideración humana que favorezca los legítimos derechos de los pueblos.

Nada importa, nada sirve si no responde a los intereses hegemónicos del imperio y sus serviles payasos sin honra, ni dignidad, como pueden ser criminales que se jactan de serlo, léase el gobierno de Israel, entre otros. Y no se excluyen, por supuesto, los grandes millonarios que amasan sus millones sobre las espaldas de los pobres y son también impunes. Veamos solo dos ejemplos entre muchos:

El bloqueo de Estados Unidos a Cuba, dura ya más de 60 años, somete a su pueblo a innumerables sacrificios por dañar ostensiblemente su economía; es una clara violación de los derechos humanos; estimula la migración irregular que causa la muerte a muchas vidas; no reconoce el derecho internacional; y su objetivo básico es crear en el pueblo una situación irresistible que cause una posible guerra interna, lo que facilitaría la intervención yanqui para salvar a Cuba del comunismo y retrotraernos a la condición de colonia de USA. Casi todos los países del mundo han rechazado el bloqueo, y hasta figuras prominentes del propio EE.UU. se ha pronunciado a favor de Cuba. ¿Y cómo ha respondido el país del norte? R: Sí, pero no me importa, hay que continuar el asedio hasta que sean democráticos y entiendan que deben respeto a EE.U.

Ante nuestra humanidad se está cometiendo uno de los crímenes más aberrantes e insólitos que podamos concebir, el bombardeo indiscriminado al noble pueblo palestino, particularmente sobre Gaza: destrucción de edificios; muchas ciudades han desaparecido para dar paso a tiendas de campaña; vías de comunicación reducidas a escombros; de un momento a otro nos llegará la información de 30 mil muertos a causa de los bombardeos; destrucción de hospitales, mezquitas, iglesias; niños yacen bajo los escombros. Es, como un espanto que anuncia una limpieza étnica, que barra de ese territorio a sus habitantes, su cultura, sus costumbres y no quede ni rastro de lo que hoy es Palestina.

¿Y qué ha hecho la ONU? Nada, excepto llamados a la paz, y hasta el propio Secretario General prácticamente ha declarado –porque no tiene mecanismos para el castigo al asesino- que las Naciones Unidas es prácticamente inoperante. Claro que sí,  entre otras razones importantes porque el verdadero padre encubridor de su hijo Israel es Estados Unidos, ya que veta cualquier intento de condenarlo. Así andan las cosas en nuestro mundo. Habría que condenar también a la Unión Europea, porque solo se esconde detrás bambalinas para no molestar al imperio, y únicamente emite pálidas declaraciones en un ejercicio de palabrería hueca para que cese el martirio palestino, pero jamás mencionando al culpable mayor, EE.UU. Y ahora se aparece en la escena un payaso que le hace reverencia al Primer ministro de Israel y lo visita en un gesto de maridaje perfecto. Por supuesto, el presidente del hermano pueblo de Argentina.

Pero, como he dicho son únicamente dos ejemplos. Hay muchos más para bochorno del mundo. Digamos el robo descarado que comete el señor imperio contra Venezuela y Siria, del oro y el bloqueo,  y el petróleo y los bombardeos  respectivamente. Y esto sucede ante la mirada indiferente de los que deben denunciarlo y exigir castigo al victimario. Pero, quizás lo más indignante de todo, es apreciar cómo va creciendo la indiferencia y la pasividad ante tanta maldad. Pareciera que el crimen es algo consustancial a la humanidad, y se resolverá al paso del tiempo, y por tanto hay que resignarse. Tales ideas corresponden a los timoratos que, en esencia, hacen reverencia al asesino y por ello se convierten en cómplices.

“Mal puede luego alzarse a hombre el que se educa como siervo mísero” José Martí

Autor

  • Silvio José Blanco Hernández

    Silvio José Blanco Hernández. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Destacado y multipremiado periodista, escritor, asesor y analista de información. Es autor de libros como "La radio, técnica, arte y magia", y "Los programas informativos de la radio... Y algo más", entre otras obras y materiales investigativos con importantes aportes metodológicos al medio radial.

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