Las FAR: Valladar infranqueable de la resistencia del pueblo cubano

Como consecuencia de aquellas acciones, la dictadura batistiana produjo un baño de sangre al asesinar a 55 participantes presentados -sólo 6 cayeron en combate-, a la vez que sometió al resto a un juicio totalmente amañado.

Tras largos meses de encierro, llegaría la libertad para ellos el 15 de mayo de 1955. A continuación, vendría el exilio en México, después de haberse constituido en La Habana la Dirección Nacional del Movimiento 26 de julio, el 12 de junio de 1955.

El 2 de diciembre de 1956, utilizando un yate de tamaño regular inscrito con el nombre de «Granma», y en medio de la persecución más implacable por parte de agentes del servicio secreto de la dictadura en México, una valiosa carga humana, compuesta por 82 expedicionarios, entre los que se hallaban, bajo el mando de Fidel, Raúl, Almeida, el Che y Camilo, arribó a los Cayuelos, zona próxima a Playa Las Coloradas, cerca de Niquero, en el sur de la provincia de Oriente, después de sortear un mar bravío y otras dificultades que hicieron peligrar la travesía.

En espera de la expedición y como parte de un plan de acciones coordinado previamente en apoyo al desembarco de los expedicionarios, en Santiago de Cuba se produjo el heroico levantamiento armado encabezado por el inolvidable Frank País, Jefe Nacional de Acción del Movimiento 26 de Julio.

Al recordar el trayecto y el arribo del yate Granma a Cuba, nos viene a la memoria aquella frágil embarcación que trajo también a las costas de Oriente a nuestro Héroe Nacional José Martí, al General en Jefe Máximo Gómez y otros patriotas. Ambos hechos históricos, salvando espacio y tiempo, fueron portadores de la jefatura de la Revolución, en 1895 y en 1956, respectivamente.

Indudablemente, cuando el 30 de noviembre de 1968 se proclamó al día 2 de diciembre de cada año como el día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, mediante el Decreto-Ley no. 1219 del Consejo de Ministros de la República de Cuba, se cimentaba para siempre la continuidad histórica y heroica de varias generaciones de cubanos que combatieron por alcanzar nuestra definitiva independencia.

Se unían así, para el presente y el futuro, en una fecha, los mayores sueños y sacrificios de un pueblo que nunca dejó morir los ejemplos de Céspedes, Agramonte, de Maceo y Gómez, de nuestro inmenso Martí, revolucionario integral, que supo con la humildad de los grandes unir los pinos nuevos con los pinos viejos para expulsar de Cuba la dominación colonial española.

En el Decreto- Ley No. 1219, se especifica cómo «el día 2 de diciembre de 1956 señala el nacimiento del Ejército Rebelde que, con la incorporación de campesinos, obreros y estudiantes, crece y se fortalece en la lucha y, al triunfar la Rebelión se convierte en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, orgullo de la Patria y la Revolución».

Es de significar que desde antes del triunfo del 1 de enero de 1959 se tenía conciencia de los peligros que acechaban a la Revolución. La proximidad de Estados Unidos o el gigante de siete leguas, como le llamara Martí, su apoyo a la dictadura batistiana, sus apetencias anexionistas y su interés sobre Cuba, en el orden económico y estratégico, siempre fueron tomados en cuenta por nuestro Comandante en Jefe.

Ya con la Revolución en el poder se comenzó a gestar un ejército de nuevo tipo, extinguiéndose el aparato represivo militar de la dictadura, siendo una de las grandes decisiones estratégicas de Fidel, lo que se consolida el 16 de octubre de 1959 con la creación del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR).

Para dirigirlo, la Jefatura de la Revolución designó al Comandante Raúl Castro Ruz, quien había acumulado suficientes méritos, autoridad y prestigio demostrados. Tenía a su haber la participación en las acciones del 26 de julio de 1953, preso en el Presidio de Isla de Pinos, expedicionario del Granma, y Jefe del Segundo Frente Oriental Frank País.

Comenzaron a surgir las poderosas FAR teniendo como núcleo principal a los combatientes del Ejército Rebelde, de la lucha clandestina y de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), fundada por el Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, en 1959.

También nutrieron sus filas, obreros, campesinos, profesionales y estudiantes procedentes de las Milicias Nacionales Revolucionarias. Una parte de ellos serían formados como oficiales en la Escuela de Responsables de Milicias de Matanzas.

Para alcanzar lo que hoy tenemos se hacía necesario un perfeccionamiento organizativo y técnico militar, y alcanzar una alta capacidad combativa, en lo que tuvo mucho que ver la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), a través de sus instituciones especializadas y sus asesores.

El pueblo cubano se siguió vistiendo de verde olivo para llevar en sus venas aquella definición del Comandante Camilo Cienfuegos de que nuestro ejército es el pueblo uniformado. Y era, ha sido y será siempre así.

Su extensión se ha logrado desde la constitución de las escuelas militares «Camilo Cienfuegos» y donde se han formado como cantera natural de las FAR cientos de cuadros que tuvieron o tienen en su haber el cumplimiento de numerosas misiones internacionalistas.

Para quienes no conozcan los órganos y fundamentos de las FAR pudieran no tener conciencia de su alcance en la sociedad cubana y su papel de escudo infranqueable de la Revolución Cubana. De la desinformación o tergiversación con respecto a ello se encargan nuestros enemigos que controlan los principales medios de comunicación en el exterior.

Para entender qué son las FAR, habría que decir lo más importante, y es que en la tierra de Martí, cada hombre o mujer tienen igual derecho a disponer de un arma, en el momento preciso, para defender a la patria.

Ello se basa en la concepción del Comandante en Jefe Fidel Castro de que frente a una agresión militar se librará la guerra de todo el pueblo, o sea, no solo con el accionar de las formaciones regulares de las FAR, y del Ministerio del Interior (MININT), sino también de las agrupaciones de milicianos, que constituyen una poderosa reserva en todo el país, y de todos los patriotas cubanos en general.

No es ocioso recordar que a las FAR correspondió preparar militarmente a cientos de miles de milicianos que combatieron a las bandas contrarrevolucionarias, organizadas y armadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), hasta su extinción en 1965, y que antes en abril de 1961, junto a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) vencieron, en menos de 72 horas, la invasión mercenaria, entrenada, armada y financiada por el gobierno de Estados Unidos.

Fue la primera gran derrota del imperialismo estadounidense en América. En Playa Girón, como es sabido, se combatió a las pocas horas de declararse el carácter socialista de la Revolución Cubana.

No había pasado un año de aquella trascendente victoria militar y política, y con el dominio de una tecnología militar avanzada, las FAR ocuparon el primer escalón durante la Crisis de Octubre de 1962, en la que la humanidad se vió más cerca que nunca de una guerra nuclear.

La decisión de la Dirección de la Revolución y de nuestro pueblo, fue la misma, o sea, la de enfrentar en aquella circunstancia al enemigo imperialista, sostenedor de los regímenes más criminales y corruptos en nuestra región, como eran los de Trujillo, Somoza, Duvalier, Batista y otros.

La defensa de la Revolución y del Estado socialista, no ha obviado jamás el papel de las FAR en la vida económica, política, científica y cultural de la nación. Sólo como un ejemplo se puede citar la constitución, en 1973, del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), insertado en la estratégica producción agrícola destinada a la población, con una alta disciplina, organización y productividad.

Por otra parte, las FAR sobresalen como una gran universidad formadora de cuadros militares, cuyos conocimientos integrales han contribuido al fortalecimiento de las estructuras civiles.

Nuestras FAR han estado presentes en momentos de graves desastres naturales sufridos por nuestro pueblo, como sucedió cuando el Ciclón Flora en 1962, y más recientemente, con el huracán Matthew. De igual manera, sus integrantes y sus reservas han sido determinantes en campañas de higienización para combatir al mosquito transmisor del dengue, y de otras enfermedades.

Mientras en no pocos países se observa cómo sus fuerzas armadas están al servicio de la represión y de los intereses más espurios, con jefes militares que responden a las clases más privilegiadas, las FAR, por el contario, son, junto al MININT, modelo de lealtad y confianza plena que han hecho fracasar cuanto plan han puesto en marcha el Departamento de Estado, la CIA y la contrarrevolución contra la integridad y seguridad de nuestro pueblo, y en particular, para asesinar al líder histórico de nuestra Revolución Comandante en Jefe Fidel Castro.

Con esa ejemplaridad y patriotismo, que caracterizan a los combatientes de las FAR, estos han cumplido disímiles misiones internacionalistas. Ellos han defendido tierras hermanas como si fuera la propia soberanía de Cuba. Así fueron los casos, entre otros, Argelia, Angola, Etiopía y Siria, dejando como constancia el mayor de los sacrificios, a veces al precio de numerosas vidas.

A ese internacionalismo se refirió Fidel el 26 de julio de 1977 cuando dijo: «Y si las revoluciones tienen muchas flores hermosas, la flor de la solidaridad humana, de la capacidad de sacrificarse por los demás -por los demás en su Patria y aún fuera de su Patria- es la más hermosa de todas».

Sin lugar a dudas, el 2 de diciembre del año 2016 será un día de gran alegría para el pueblo cubano. Será, como se dice en el artículo 3 del Decreto- Ley mediante la cual se creó el día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, «una fecha de confraternidad y unión de los hombres y mujeres de nuestro pueblo con sus hermanos que visten el glorioso uniforme verde olivo».

Al arribar a su 60 Aniversario, las FAR -con proa siempre hacia la victoria, como el yate Granma- siguen siendo respetadas por su disciplina ejemplar y admiradas por su trayectoria combativa, escudo de nuestro pueblo, y dispuestas a enfrentar y vencer con decisión y valor maceista todo tipo de agresión, venga de donde venga.

El reciente Ejercicio Estratégico Bastión 2016, como parte de la preparación para la guerra de todo el pueblo y para la defensa de nuestras conquistas, demostró, una vez más la indestructible unidad y fuerza de la Revolución Cubana.

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