Libertad de prensa: desafíos y peligros

Dicha iniciativa partió de la Conferencia General de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la cual establece en resolución aprobada en el año 1991 bajo el título «Fomento de la Libertad de Prensa en el Mundo», que una prensa libre, pluralista e independiente era un componente esencial de toda sociedad democrática.

La fecha se escogió para conmemorar la Declaración de Windhoek para el Fomento de una Prensa Africana Independiente y Pluralista, refrendada por el Seminario para el Fomento de una Prensa Africana Independiente y Pluralista, organizado por la UNESCO y las Naciones Unidas en Namibia.

Precisamente, el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 19, expresa:

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».

Esta idea significó un punto de giro al contraponerse el control de los monopolios mediáticos al nuevo orden informativo por el que lucharon los países más progresistas, hasta ese momento con mayor influencia en la ONU.

Esta situación no ha cambiado mucho hoy día, a tenor de las ofensivas imperiales y burguesas que pretenden coartar el derecho ciudadano a la libertad de prensa y de expresión en diversas regiones del planeta, debido al inmenso poder de las transnacionales y empresas privadas que controlan los medios de comunicación, a conveniencia de las clases dominantes y los intereses oligárquicos, cuyo único fin es apoderarse de las riquezas de los pueblos.

En esta ocasión, el centro de las acciones a escala planetaria persigue destacar el papel de los medios en el avance hacia sociedades más pacíficas, justas e inclusivas, y el lema resulta explícito para el logro de ese objetivo: «Mentes críticas para tiempos críticos».

Acerca de este polémico asunto, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz sentó las pautas para un nuevo modo de hacer periodismo en Cuba, por lo que esta misión fundamental recae en los profesionales capacitados para ello.

Durante una reunión con reporteros y directores de los principales medios de difusión -a la cual no asistieron los privados-, Fidel subrayó lo que significaban el periodismo y la libertad de prensa en el nuevo contexto revolucionario, 

…periodismo no quiere decir prensa, sino periodismo, porque empresa quiere decir negocio y periodismo quiere decir esfuerzo intelectual, quiere decir pensamiento, y si por algún sector la libertad de prensa ha de ser apreciada es, precisamente, no por el que hace negocio con la libertad de prensa, sino para que el que gracias a la libertad de prensa escribe, orienta y trabaja con el pensamiento y por vocación, haciendo uso de ese derecho que la revolución reconquistó para el país y que la revolución mantiene para el país, aun en medio de todas las campañas tendenciosas que tienden a concitar cuantos enemigos sea posible contra la obra revolucionaria que estamos realizando».

La dicotomía entre libertad de prensa o de expresión parte de las condiciones económicas, políticas e ideológicas de cada país o régimen social, por lo que muchas veces resulta un tema contradictorio y arbitrariamente manipulado y tergiversado.

El papel de los periodistas también constituye un factor clave para entender la importancia y el objeto social de quienes asumen el reto de informar a las audiencias con veracidad y credibilidad.

No obstante, este principio ha sido violentado en muchos países con expresiones de censura, amordazamiento, y en el peor de los casos, el asesinato de profesionales, cuyas cifras en el 2016 y en lo que va del presente año son muy alarmantes.

          

 

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