Nadie tiene derecho a lastimar a la Patria

No nos llamemos a engaño, para nuestros adversarios no es un problema de diálogo sino de que todo lo que provenga de la Revolución cubana y sus conquistas será atacado, el imperialismo y la administración Trump ha puesto el ¨pie en el acelerador¨ para lanzar sus últimos cartuchazos contra nuestro país, un desatino de la administración que pasa a la historia como una de las que más medidas ha impuesto contra Cuba.

Palo porque boga y palo porque no boga. El llamado movimiento de San Isidro, es parte de la punta del iceberg de la política imperial contra Cuba, y no será el último. La desfachatez con que actuaron contra nuestros sagrados símbolos patrios, las mentiras empleadas acompañadas de falsas noticias que buscan a toda costa posicionarse como ¨pólvora¨ en las redes, los llamados al desacato y a deslegitimar al gobierno y sus seguidores, las provocaciones que violan la constitución, se han convertido en acciones que el enemigo utiliza también en Cuba y que son parte de una llamada doctrina de la «resistencia no violenta», conocida también como «golpe suave» o «desafío político», una forma moderna de subversión imperial, un modelo más sofisticado de desestabilización política contra estados soberanos, considerados por el Gobierno de Estados Unidos como adversarios. Nada es casual.

No olvidemos la reciente advertencia del máximo personero de la administración que ocupa la Casa Blanca, recordada este domingo por nuestro presidente, cuando ¨prometió¨ acabar con gobiernos como Cuba, Nicaragua y Venezuela. ¡Cero dosis de ingenuidad, el librito ya ha sido puesto en práctica en nuestro país. Nada es casual!.

Parecieran acciones aisladas, pero no lo son. Y se apuesta a implementar la desidia desde la generación más joven, como si todos fueran iguales, no hay más que apreciar la contundente respuesta de esa gran mayoría de compatriotas en la Tángana del parque Trillo capitalino este domingo, de la juventud que sí representa los intereses del pueblo.

¿Será que, como parte de esa política de golpe suave se apela además a la desmemoria, para querer borrar la historia de raíz, como si ya no tuviéramos demasiadas lecciones de lo qué es el capitalismo vividas antes de 1959, y las más de seis décadas de bloqueo de Estados Unidos que va contra el pueblo cubano y sus familias?

La política de subversión contra nuestro país ha sido una constante en la agenda de los Estados Unidos. Los millones de dólares empleados no son tampoco casuales, crecen las cifras, y muchas de ellas para impulsar una Fuerza de Tarea para la Internet una plataforma donde hoy se libra una batalla ideológica intensa: los mercenarios por confundir e imponer noticias falsas para crear contextos y escenarios hostiles, los cubanos dignos con nuestros argumentos y verdades, con las razones que nos asisten ¨de a pensamiento es la guerra que se nos hace, ganémosla a pensamiento¨, eso lo aprendimos de José Martí.

Agencias gubernamentales de Estados Unidos informaron gastos por más de 261 millones de dólares en proyectos de subversión contra Cuba desde 1990 hasta este año, difundió el pasado 21 de octubre el sitio web Cuba Money Project. Mucho dinero para la subversión y dirigido a derrocar a la Revolución, más bloqueo económico y financiero contra nuestro país, persecuciones a los bancos, cero remesas a las familias, medidas, medidas, y más medidas.

Pagos a mercenarios para protestar contra el gobierno, a quienes incluso se les entrena y dan instrucciones sobre cómo actuar, dónde y cuándo, para colocar burdamente imágenes no reales de los hechos con su montaje visual e insertarlas en las redes sociales con la ayuda de medios hostiles, totalmente descontextualizadas, colocando sus mensajes de odio contra el gobierno para dar una imagen de que son víctimas- que por supuesto no lo son-, de reprimidos  o silenciados, de una supuesta falta de democracia y de libertad de expresión ¿será eso un llamado al diálogo o a la violencia?

Quienes hacen el juego a esa política hostil contra su propio país, mancillan su bandera, hablan mal de su Patria, defienden posiciones anexionistas, buscan socavar el estado de derecho, llaman a atentar contra los bienes del Estado, a crear el caos…

La historia de la Revolución cubana es una sola. Ha costado sangre y sudor conquistar la libertad e independencia de que hoy gozamos y nada ni nadie tiene derecho a mancillar ni borrar la memoria de nuestros héroes y heroínas. 

En momentos en que, desde el gobierno se ha llamado a Pensar como país, que es participar, aportar, innovar, potenciar todas nuestras reservas internas, cambiar todo lo que deba ser cambiado desde posiciones de defensa a nuestra soberanía e independencia, desarrollarnos por nosotros mismos, ningún grupúsculo mercenario, pagado por Estados Unidos, que faltan a la ética y traicionan los principios más sagrados de su país, podrá derrocar una obra que, durante más de 150 años, ha sido levantada con sangre y fuego.

La Patria, con sus hijos dignos se levanta. Y para todos los tiempos.

 

 

 

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