Nerón. Ayer y hoy

Durante los 14 años que duró su gobierno, el Senado de Roma vivió un ambiente muy semejante al vivido por el de Estados Unidos de hoy.

En aquel de antaño porque los senadores vivían atemorizados por no ser enemigos del emperador, so pena, obviamente, de la muerte; mientras que en el Senado yanqui se destacó un siniestro personaje republicano, Joseph McCarthy, que llegó a instaurar en aquel país “democrático y respetuoso de los derechos humanos” la persecución a comunistas o, simplemente, sospechosos de serlo, durante la llamada cacería de brujas de triste recordación, dado que los perseguidos eran calificados también como enemigos del imperio.

En aquel entonces existió todo un clan  despreciable de súbditos como Séneca y Petronio,  que vivían medrando a costa del emperador; no tenían ni un mínimo de autoestima y mucho menos decoro, existían sólo y exclusivamente para servir al gran señor y hasta disfrutaban constatando el sufrimiento ajeno a consecuencia de las órdenes de don emperador,  el mismo que creía ciegamente ser dueño absoluto del mundo.

En resumen, eran figuras repugnantes apoyando un régimen de terror. Pero volviendo al mandamás de aquel entonces. De él se ha asegurado que presidió un régimen de terror, y que entre sus características se encontraban las de tirano extravagante, déspota delirante, egoísta, prepotente, y cuanto perfil siniestro pueda existir.

Entonces, ¿a qué imperio y emperador actual se parece lo que mencioné? Claro, la respuesta no tiene nada de difícil: al imperio yanqui y su emperador Donald Nerón.

También el actual imperialismo es arrogante, prepotente, le hace guerras a los que no quieren obedecerlo, roba descaradamente, invade territorios, no concibe la paz como derecho, sólo ama el dinero como objetivo supremo. Y además, como el otro Nerón se hace escoltar siempre por lo más podrido de aquella sociedad que le tributan aplausos aunque diga mentiras y sandeces.

Él es así feliz  aunque sea en el cieno. Y en esta cofradía hay que mencionar a algunos que, como Séneca y Petronio, funcionan como los más íntimos del gran señor, por ejemplo, los hermanitos Díaz-Balart, Marco Rubio, los Pompeo y una gran cantidad de seres despreciables.

A este viejo rubio de hoy que se cree superior a todos los mortales, con su guapería a escala internacional, y con la certidumbre enfermiza de ser dueño y señor de toda la humanidad, hay que recordarle que aquel Nerón, en su lecho de muerte, le pidió al que aún le era incondicional, que le clavara un puñal en la garganta, y así se fue de este mundo, no se sabe ni para dónde.

Definitivamente, hay que llegar a una conclusión: es el sistema el que hace parir a este Nerón moderno, porque hasta el propio Obama, considerado por muchos como más considerado, dijo “creer en lo excepcional de Estados Unidos, y lo hacía convencido en cada fibra de su ser”; “quienes argumentan que EE.UU. está en declive y perdiendo su liderazgo global, malinterpretan la historia”; “EE.UU. debe liderar el escenario mundial, si no lo hacemos nadie más lo hará y usará la fuerza militar de manera unilateral si es necesario .

Hoy como nunca antes hay que gritar ¡Abajo el imperio!, ¡Viva la paz!

 

     

 

 

 


 

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