Para no olvidar jamás

Por ejemplo, los más jóvenes hallarán los motivos principales por los que Estados Unidos ha cometido tantos actos de barbarie contra Cuba, dígase sabotajes múltiples, invasión, introducción de enfermedades, explosión del vapor Le Coubre y el avión de Cubana en Barbados, incendio a un Círculo Infantil, robo de cerebros, ataques a nuestras embajadas y un sinfín de cobardes y monstruosas acciones, como es el injusto bloqueo que aún se mantiene.

Es decir, si no hay suficiente claridad en lo que fue y aún es, no es posible entender lo que sucede hoy, y los nuevos propósitos del imperio. De ahí la enorme importancia que tiene «no doblar la hoja», como sí nos pide el señor del norte.

No debemos olvidar jamás, por ejemplo, la horrenda crueldad que se cometió en la primera década de la revolución, cuando más de 14 mil niños fueron arrancados de sus hogares para llevarlos al «país de la libertad respetuoso de los derechos humanos», todo ello bajo el pretexto más cínico y brutal: escapar del comunismo en Cuba, «porque la revolución intentaba despojar de la patria potestad a los padres». Así nació la tristemente célebre Operación Peter Pan. De ésta le aporto algunos breves datos. Veamos:

Su objetivo fundamental era la subversión política e ideológica. Fue organizada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, la CIA, la jerarquía de la Iglesia Católica de Miami, y, por supuesto, las organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en aquel santuario putrefacto. Llegaron a crear un verdadero pánico, sobre todo en los más ingenuos.

No obstante, vale aclarar que la Operación Peter Pan también sirvió como marco apropiado para develar «el gran sufrimiento» de las señoronas y señorones, no tan ingenuos, de la más rancia burguesía que acudían al aeropuerto ataviados de sus mejores galas para ser filmados por la televisión. No era posible concebir tanta maldad, solo por revertir el proceso que con todo derecho se había ganado la Revolución, que no era del agrado del vecino poderoso.

Pero en el colmo de tanta maldad llegaron a redactar una ley de la Patria Potestad, supuestamente emitida por el gobierno cubano. Y, como siempre sucede, algunos medios de comunicación se prestaron a dar servicio a la villanía.

Un ejemplo fue la entonces Radio Cuba Libre (Radio Swan), la que causó gran alarma. Fíjese el tipo de mensaje que emitía. «Madre cubana, escucha esto: la próxima ley del gobierno será quitarte a tus hijos, desde los 5 años hasta los 18»; «Madre cubana, no te dejes quitar a tu hijo»; «en la nueva ley del gobierno, cuando esto ocurra, serán unos monstruos del materialismo»; «Fidel se va a convertir en la madre suprema de Cuba».

¿Qué dirán nuestros pequeños de hoy cuando, ya adultos, se adentren en el conocimiento de lo que fue la Operación Peter Pan?. Porque a decir verdad, cuesta trabajo creer la infinita maldad de los empeñados en hacer un caos de este mundo. Entonces se impone la imprescindible necesidad de hablarles -sin el llamado teque, por favor- de aquellos oscuros momentos.

Comprenderán entonces por qué existe una maravillosa Colmenita que tanto endulza nuestra alma, por qué la revolución sembró de escuelas la isla, incluyendo aquellas   donde maravillosas mujeres atienden con cariño de madre a niños con limitaciones físico-mentales, y otras donde viven con decoro en casas de niños sin amparo filial.

Ya lo dice el Maestro Mayor, José Martí: “Solo el amor construye”.

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