Periodista, para vivir en la pasión de la verdad

Me enorgullece y me reconforta saber que con nuestro modesto aporte podemos ayudar a resolver una inquietud o una insatisfacción.

Tengo el sano orgullo de sentirme útil, de ayudar a formar valores, de crear conciencia, de hacer reflexionar y pensar en cómo encontrar una respuesta a un determinado problema o fenómeno social.

Es gratificante que las personas, la gente común, detengan su andar apresurado para felicitarte por el último trabajo que hiciste, decirte que algo no les gustó y darte una sugerencia o solo para agradecer porque su reclamo fue oído y hoy tiene una solución a su queja o planteamiento.

Tengo que confesar que amo mi profesión, a veces un poco incomprendida por muchos que sólo quieren ver la luz y ocultar las manchas.

Somos agentes de cambio, defensores de causas nobles y justas, difusores de la realidad cubana, por eso acompañamos nuestro proyecto social enriqueciéndolo con el quehacer diario. 

Por eso y por mucho más, me siento honrada de formar parte de la artillería pesada de la Revolución, de esos que somos como José Martí, de los que aman y fundan para vivir en la pasión de la verdad.

Autor