Por el bien común de nuestros pueblos

Esta hazaña tampoco hubiera sido posible sin la movilización activa y consciente de millones de personas en el mundo, algunas de ellas anónimas –agrupadas en comités y grupos de solidaridad, Gobiernos, parlamentos, organizaciones, instituciones y personalidades– que decidieron abrazar esta causa y luchar durante 16 años hasta alcanzar la liberación de los Cinco antiterroristas cubanos.

Atrás quedaron la injusticia, el encierro perpetuo, la censura mediática, violaciones de toda índole, historias de dolor, separación familiar, angustia, desvelo y lágrimas. Algunos quedaron en el camino y no pudieron ver coronados sus esfuerzos en esta batalla colosal.

Con ellos estaremos siempre en deuda por su entrega desinteresada, constancia y sacrificio hasta el final de sus días. Gracias a Gerardo, Ramón, Antonio, René y Fernando por el coraje, valor y resistencia, por el amor, fidelidad y respeto a la tierra que los vio nacer.

El solo hecho de arriesgar sus vidas para salvar del terror y la muerte a hijos de este pueblo y del estadounidense, merece el respeto y la admiración de la humanidad.

Sin lugar a dudas, el restablecimiento de vínculos diplomáticos entre Washington y La Habana, y el inicio del camino hacia la normalización de las relaciones bilaterales, constituyen la vía hacia la merecida reparación de una injusticia y deuda históricas con la nación cubana.

En fin de cuentas, este pequeño país nunca puso en vigor disposiciones y prácticas lesivas a la soberanía de Estados Unidos, nunca impulsó ni protagonizó invasiones y acciones criminales contra ese territorio, ni presionó a empresas internacionales en terceros países para evitar suministros de medicamentos necesarios para curar el cáncer en niños norteamericanos.

Tampoco se negó a que brigadas médicas ofrecieran su ayuda desinteresada a los damnificados del Katrina, ni dispuso leyes para matar de hambre al pueblo estadounidense, ni pretende imponer en ese país un sistema político, económico, social y cultural diferente al que existe. Lo único que ha hecho, siempre en las más difíciles condiciones, es compartir lo que tiene.

Editado por: Radio Cubana

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