Un intercambio imprescindible

No se trata, argumentó, de que un grupo de personas determinen el valor de uno u otro producto, pero sí topar precios para evitar el enriquecimiento indebido. El diputado remarcó la urgencia de resolver este asunto y destacó que, al igual que los participantes en el plenario, no cambiaría la sonrisa de un niño cubano por todo el capital del planeta.

Con cerrados aplausos los parlamentarios respondieron a esta propuesta,  lo que incentivó una intervención del General de Ejército Raúl Castro en la que refirió que “son problemas a los que hay que buscarles explicación; pero más que la explicación, es solución, aunque sea transitoria».

“Yo no soy economista, me pasa como a la mayoría de ustedes, pero varios de los que estamos sentados en esta mesa compartimos esa opinión que se acaba de verter aquí; si esa no es la solución definitiva, tenemos que buscar una solución provisional hasta que no exista la do­ble moneda… pero esa situación no puede continuar.  Creo que, sobre todo eso, no podemos permitir que un país como este, que ha resistido más de medio siglo a los embates de la potencia mayor del planeta, no pueda enfrentarse a un grupo de pillos que cada día se está enriqueciendo más. ¿Hasta dónde vamos a llegar?”.

Razonó que Ma­rino está defendiendo lo que hemos acordado en nuestros órganos de dirección colectiva, empezando por el Partido, pero no podemos estar aferrados a que por esto y por esto otro, aunque sea en ese aspecto concreto de que cada vez crecen más los precios de los alimentos… tenemos que tomar alguna me­dida aunque sea transitoria.

Precisó que era “responsabilidad de todos nosotros, no es de Marino; naturalmente, él es quien tiene que dar la cara, porque es quien dirige esa comisión y además el Ministerio de Economía, o sea que tiene una doble tarea, muy dura, y él ha trabajado mucho también”.

Explicó a los diputados su conversación en la mañana con Machado y puntualizó que “en la próxima reunión vamos ya a tocar este problema, y a esto hay que buscarle una solución, la mejor posible, aunque nos volvamos a equivocar, pero esto no puede continuar así, sencillamente. ¿Qué fórmula será?, yo no sé”.

Le reiteró a Murillo que estarían al lado suyo trabajando y especialmente al lado de los diputados que estarían colaborando en todas estas cuestiones.

Señaló los efectos de la prolongada vigencia de la doble moneda, las dificultades que ha creado, pero que había que enfrentarse a eso, y llamó a trabajar desde el mismo día cuatro de enero.

El ministro de Economía y Planificación apro­vechó la oportunidad para precisar dos co­sas. La primera, que  él siempre estaría al la­do de Raúl; y la segunda que también él se indignaba cuando veía el abuso de los precios, al igual que el resto de las personas, como ser humano y como parte del pueblo.

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