No se trata de una obra de alto vuelo académico; es sencillamente un texto que, digamos, constituye una recopilación de tres décadas de experiencia en el retador, inquietante y mágico mundo de la radio, dirigido principalmente a los jóvenes que recién han ingresado al medio o aquellos que aspiren a pertenecer a su gran familia.
Como el lector podrá apreciar se han agrupado múltiples aspectos vinculados a las actividades fundamentales de la programación general, la informativa y la propaganda, sin excluir datos e informaciones que pueden resultar de interés.
En este texto se apreciarán materiales muy diversos. Unos constituyen metodologías elaboradas por este autor; otros han sido tomados en préstamo, total o parcialmente, de reconocidos escritores; y el resto son ideas propias atrapadas al vuelo en el momento de la redacción de este libro. Cada tema es independiente, pero sin duda la radio es el hilo conductor.
El lector podrá apreciar que, en el caso de las metodologías, éstas cuentan con un lenguaje característico de ellas, lo que explica que aparezcan un tanto descontextualizadas del resto de los materiales. Lo he preferido así teniendo en cuenta los intereses de otros destinatarios, ya no tan jóvenes como ustedes, y que también puedan interesarle redactadas de la manera original.
Al leer este libro podrá apreciar fácilmente lo que pudiera ser un collage de materiales, quizás un tanto anárquico que, a saltos se presenta ante su vista. Ello merece una explicación: No es un objetivo deliberado, es –digamos- una consecuencia motivada por el afán de ofrecerles mis experiencias personales por una parte; y, de otra, el temor al olvido involuntario. Ello justifica –de algún modo- que lea desde una simple definición, sugerencia, modos de hacer, hasta deficiencias significativas, sin faltar con placer renovado una muestra pequeñísima del pensamiento martiano.
Ojalá que el contenido del presente sea lo suficientemente útil como para que otros enriquezcan con inteligencia y sabiduría lo que planteamos aquí, pero además –es lo más importante- prestigiar a nuestro medio con aportes valiosos que repercutan en beneficio del pueblo.
Me parece conveniente destacar el primer párrafo de la Introducción que aparece en el libro «Programas de radio-Selección de textos. Raúl Garcés. 2006». Dice así:
«Ni la televisión, ni el video, ni el uso de las tecnologías más modernas en la producción de realidades virtuales, han podido apagar el sentido de aquella frase pronunciada por Orson Welles hace ya muchos años: «la radio es la pantalla más grande del mundo». Su posibilidad de generar imágenes auditivas infinitamente enriquecidas luego en la mente del oyente, sigue siendo una virtud que más se aprovechará, en la medida que mejor dominemos y combinemos los elementos del lenguaje radiofónico.
Decidí incorporar estas ideas porque, en sí mismas, se encierra todo el valor de este poderoso Medio y su imprescindible contribución a nuestra sociedad. Pero además, porque mis amables lectores comprenderán mejor lo que modestamente intento explicar en este texto. Algunos autotitulados «intelectuales» han llegado, incluso, a pronosticar su desaparición. Recomiendo que no se les haga caso. ¡No es verdad!