Los géneros de la música cubana

El ambiente de la rumba fue el solar, café y sitios habituales de reunión. En estos lugares por cualquier motivo se arma una rumba. Sus instrumentos: un lateral de un escaparate, una gaveta, una mesa, un par de cucharas, sartén, tenazas del carbón y palos. Más tarde los taburetes, cajones de bacalao que se adaptan.

Otras modalidades de las fiestas son: Yambú, Columbia, y el Guaguancó.

La guaracha

Surge como canción con cuartetas diferentes en casos de improvisar haciendo referencia a cosas en forma directa o satirizando. Es la alternancia de solo y coro. A veces empezaba por pasaje dedicado al coro. El coro siempre igual y el solista improvisaba. Los textos eran picarescos. Su acompañamiento fue también de la cuerda pulsada.

La canción

La canción tuvo un gran momento, ya que fue hacia el sentimiento libertario con canciones amorosas, tiernas e idílicas. Respondía a artificios vocalistas de la operística italiana, o romanzas francesas a la canción napolitana y al vals lento. Prevaleció el dúo de voces y guitarras. Esos cantores trovadorescos, como se llamaban, cubrieron toda la lírica criolla. Entre ellos Pepe Sánchez, Sindo Garay, Patricio Ballagas, Manuel Corona, Alberto Villalón, Maria Teresa Vera, Eusebio Delfín y otros valores.

El bolero

El bolero asimiló los elementos de la canción.

La contradanza

Tuvo su origen en Inglaterra, era una danza de campo. Emigró más tarde a Holanda y a Francia. En este último país tuvo mayor importancia, ya que fue una gran parte de la población la que con gran entusiasmo la bailó. En una de las colonias francesas, Santo Domingo, se desató una rebelión de esclavos, los colonos emigraron a diferentes lugares, siendo considerable la cifra que arribó a las costas de Cuba. Una vez en tierras cubanas se dieron a la tarea de rehacer sus vidas y se ofrecen como maestros de idiomas y costura. Se crean escuelas de dibujo, música y baile, contribuyendo así al desarrollo cultural de la Isla. Entre los autores de contradanza, uno de los más destacados es Manuel Saumell.

La danza

Es una derivación de la contradanza y se puede considerar en una de sus partes como el cimiento del danzón.

El danzón

El músico Miguel Faílde estrena en 1879 un ritmo más sosegado que la danza, el danzón, y su primer título fue «Las Alturas de Simpson». Fue adaptar una música a un baile de figuras populares por esa época denominado danzón. Para algunos danzones se han tomado elementos de óperas como Rigoleto, Tosca, Bohemia y otras. Hay dos tipos de conjuntos para interpretar danzones: Orquesta Típica y Charanga Francesa. Entre los compositores de danzones pueden citarse a José Urfé, Antonio María Romeo, Raimundo Valenzuela y otros. En el danzón se alternan partes bailables y otras de descanso.

Danzonete

Es una aleación del Son y el Danzón, en él tenemos presente la raíz hispánica de nuestra música. Su vida fue breve, pero dejó la adopción y uso de la Charanga Francesa, de una cantante que llevaba la melodía, con la que se introdujo el danzón cantado. Su creador, Aniceto Díaz. El primer danzonete fue «Rompiendo la Rutina».

El Mambo

Se reconoce a Orestes López como el primer músico que llevó el término «mambo» a un danzón que llevaba también ese nombre, ya con un nuevo tratamiento musical. Otros músicos lo utilizaron y no fue hasta varios años después cuando de verdad tuvo un gran éxito y se debe a Dámaso Pérez Prado en México con el memorable y muy sonado «Que Rico Mambo», en el año 1951. A diferencia de otros ritmos no parte de la canción popular, surge de los cabarets y centros nocturnos y el pueblo lo adopta.

Cha, cha, cha

Un ritmo que tocaban las charangas. Este se populariza y es la orquesta América, de Enrique Jorrín y Minón Mondejar, los que llevaron a conocer el primer Cha, cha, cha «La Engañadora», diferenciando este ritmo del Mambo por variedades de compases. Es de reconocer como el creador a Jorrín, de una nueva expresión, a pesar de haber tenido en cuenta elementos del mambo danzonero.

Feeling

Reunidos en peñas un grupo de jóvenes cantan con algo nuevo, con «sentimiento» o «feeling» (década del 40). Estos cantantes son admiradores del jazz, hablan, se visten, cantan con algo que se convierte en un estilo, en una manera, con «feeling»; en el grupo se encuentran José Antonio Méndez, César Portillo de la Luz, Isolina Carrillo, Martha Valdés y las voces de Elena Burke y Omara Portuondo. El feeling se canta con ciertas licencias en el «tiempo», una tendencia a la canción dicha, lo que se dice debe ser acentuado por el giro melódico, se llega en ocasiones a una total independencia tonal entre la línea vocal y la guitarra acompañante.

El zapateo cubano

Al igual que el canto del guajiro, el zapateo cubano es de procedencia hispana. Constituyó el baile típico del campesino durante el siglo XIX. Es una danza de pareja suelta. Pudiera decirse que constituye un baile zapateado del cual existen muchas variantes en América Latina, todas con fisonomía particular de cada país. En Cuba, este baile campesino adopta formas muy propias que lo diferencian de todo antecedente español.

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