Oniger Drake: Rozar las medallas entre forzudos

Lo que pasó después, lo confirmó. Se produjo, entonces, una conversación visual. “Al fallar-comenta Ramón- tuvimos que decidirnos a asegurar 200 kilos, él mismo me lo pidió, es un atleta guapo, nos conocemos hace unos años y tenemos comunicación visual y de la forma en que él me mira, entiendo que me dice :”¿a los que vinimos?”

Cuando volvió a la palanqueta levantó 200 kilos, dos más que su debut. Lo hizo con seguridad y prestancia. Luego vendría el tercer y último con 205. E hizo el levantón de su vida. Rozó las medallas en una competencia de forzudos con mucho abolengo y fue feliz: “Me siento de maravilla, esto ha sido impresionante, vine a cumplir la meta y salió, estar entre los seis primeros y terminó entre los cuatro”, comenta Oniger y comienza la dedicatoria para una retahíla de gente que incluye a su mamá, familia, compañeros de equipo y la gente de Bayamo y de toda Cuba.

Y habla de cómo salió del trance del primer intento. “Apelé más a la concentración, el nivel de la competencia es bastante alta, no todo es la fuerza, muchos competidores eran muy fuertes, pero les faltaba la técnica, yo traté de combinar las dos”

A su lado Ramón cuenta cómo se recompuso la estrategia   “el resultado fue el esperado, siempre queremos un poquito más, el plan táctico era que abriera con marca personal, lo mejor que el tenia era 197 kilos, pensamos que el camino para comenzar estaba bastante cómodo, sin arriesgar demasiado por eso el 198 kilos. Si hubiese pasado la primera prueba hubiéramos seguido con 202 y 207, estábamos preparados para trabajar entre 207 y 210, según la competencia te vaya dando la posibilidad.

Sabíamos que venía una competencia así, que todo el mundo en el segundo intento iría a buscar el 200 o más por el nivel que existe aquí. Salió porque estábamos preparados para eso.

Autor