De esta forma, Washington sugiere ahora a sus ciudadanos que reconsideren un posible viaje al país caribeño.
“Hicimos un examen cuidadoso, consultamos con nuestros expertos y ésta ha sido la conclusión con respecto a Cuba”, comentó en una teleconferencia el miércoles Michele Thoren Bond, subsecretaria del Buró de Asuntos Consulares.
Según la funcionaria, la nueva clasificación no se debe a un cambio de la situación en la isla, sino la “necesidad de ser consistentes en las clasificaciones de los riesgos en distintos países”.
El 29 de septiembre, el departamento de Estado recomendó a los estadounidenses no viajar a Cuba porque, aseguró, “podían correr el riesgo de ser víctimas de ataques sónicos”, como ha calificado el gobierno del presidente Donald Trump -aun sin pruebas-, los incidentes de salud reportados por diplomáticos en La Habana.
La víspera, durante una audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado funcionarios del departamento de Estado reconocieron que no tienen evidencia alguna que les permita afirmar que hubo ataques contra sus diplomáticos en la capital cubana, ni que el gobierno pueda ser responsable o tener conocimiento de acciones de terceros.
A propósito, la directora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, rechazó la víspera cualquier acción mediante la cual se quiera inculpar a Cuba por los síntomas –migraña, mareo, pérdida de la audición y lesiones cerebrales leves- que alegó presentar desde noviembre del 2016 parte del cuerpo diplomático norteamericano.
Cuba es un país seguro, pacífico y saludable para los cubanos, para los extranjeros, para los diplomáticos acreditados y para los millones de personas que nos visitan cada año, incluyendo los estadounidenses, reafirmó durante una conferencia de prensa.
El 6 de enero, la propia funcionaria confirmó mediante su cuenta de la red social Twitter que durante 2016 visitaron a la nación antillana 619 mil 523 estadounidenses.
La cifra, según indicó, representa un 217,4 por ciento de crecimiento con respecto al año anterior y pese al reforzamiento de las políticas que sustentan el bloqueo que Washington mantiene contra La Habana desde 1962.
Fuente. Prensa Latina