por Lo anterior fue expresado por Emilia Neuris Acuña Lemes, vicejefa del Departamento de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, acerca de las directrices fundamentales del proceso de balance de trabajo y ratificación o renovación de mandatos de los núcleos y comités del Partido, el cual inició en noviembre de 2019 y se extenderá hasta marzo de 2020.
Se trata, a su juicio, «de chequear la labor desarrollada por cada organización de base y sus militantes, en correspondencia con los Lineamientos y Resoluciones aprobadas en el 7mo. Congreso, y de valorar cómo han estado cumpliendo su papel en las dos grandes batallas que libramos: la económica y la ideológica, a partir de una mayor combatividad, ejemplaridad y vínculo con las masas».
Según informó, al cierre de diciembre ya se había realizado el 84,6 % de las reuniones previstas, y había sido evaluado el 79 % de los militantes, con énfasis en el cumplimiento de las responsabilidades de cada cual y su influencia en la transformación de los principales problemas de su entorno. En ese sentido, significó que el 59,2 % de los señalamientos hechos han estado vinculados con los deberes laborales.
Acuña Lemes comentó, además, sobre la celebración del proceso asambleario en los comités municipales y distritales, entre abril y junio de este año, así como a nivel provincial desde septiembre hasta noviembre, lo que constituye el preámbulo del 8vo. Congreso del Partido, a efectuarse en abril de 2021.
El propósito fundamental de dichas asambleas, agregó, consiste en evaluar el estado de cumplimiento de los acuerdos y resoluciones aprobadas en el 7mo.Congreso, unido a las directrices del Primer Secretario, las cuales tienen en su centro el perfeccionamiento de la labor partidista, tanto a lo interno de la organización como en su vinculación con el desarrollo y salvaguarda del país.
Respecto al programa organizativo de este proceso, particularizó sobre el trabajo en comisiones, en las cuales se analizarán temas relacionados con la gestión económica y social de los municipios, el funcionamiento partidista y la actividad ideológica, así como la situación de la política de cuadros del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), las organizaciones de masas, el Estado y el Gobierno.
Si algo sería provechoso, al decir de Emilia Neuris Acuña, es asumir estos espacios de intercambio con la militancia como plataforma ideal para evaluar lo hecho y proyectar los nuevos derroteros de la organización.
Fuente: Granma / Editor: Conrado Vives Anias