Hay que oír a los científicos y también a los productores (+Audio) (+Video)

Venimos aquí todas las semanas a implementar todas las cosas, como mismo lo hemos hecho en el sistema de trabajo para enfrentar la pandemia de la COVID-19, aseveró el mandatario cubano durante el tercer intercambio que sostiene con representantes de la ciencia de este sector, donde se abordó el tema de la producción de frijol común en el Plan de Soberanía Alimentaria y Nutricional del país.


Escuche el reporte en audio de la periodista Angélica Paredes de Radio Rebelde.

 


“Nuestro objetivo fundamental es la innovación, o sea, la solución de problemas, por lo tanto, cada cuestión que vamos presentando en este espacio de inmediato va para la producción y debe estar en un plan, tener financiamiento y una manera concreta de chequearse”, subrayó el mandatario.

Lo que queremos -apuntó el Jefe de Estado- es buscar avances en un modelo de gestión que conecte la innovación y el desarrollo.

Díaz-Canel explicó que “eso requiere que no nos quedemos en la I + D, sino que lleguemos a la innovación. Sobre todo desde la visión del Gobierno, tenemos que ser capaces de desarrollar la interface ciencia-gobierno, ciencia-sistema empresarial, ciencia-territorios, con resultados prácticos que nos den todas las posibilidades para mejorar los encadenamientos, la logística y, por lo tanto, tener resultados productivos mejores, que nos permitan satisfacer las necesidades de la población”. 

En su intervención, el presidente cubano se refirió a las necesarias interacciones que tienen que existir entre los actores de la ciencia y las diferentes formas productivas; a la urgencia de crear ambientes propicios para esas relaciones; y al desarrollo de sistemas productivos locales para que cada vez el territorio sea más independiente y autónomo en sus estructuras.

En el intercambio con los especialistas -donde también participaron el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz- el Presidente Díaz-Canel retomó un concepto manejado en el encuentro anterior sobre la soberanía alimentaria y nutricional, que abarca mucho más -aclaró- que la simple producción de alimentos.

Se trata también -acotó- de modelos de gestión, de maneras de comercialización, de relaciones entre todos los actores económicos, de cadenas de producción. Y estos son elementos que tenemos que empezar a potenciar de manera diferente para tener otros resultados.

Prácticamente horas después de la reciente aprobación por el Consejo de Ministros de la Estrategia para impulsar la economía y enfrentar la crisis mundial provocada por la COVID-19, que tiene en su primera área clave a la alimentación, el encuentro de esta semana puso su mirada en la producción de frijoles, considerado en la actualidad un cultivo indispensable.

En ese sentido, Telce Abdel González Morera, director del Instituto de Investigaciones de Granos, detalló las características que lo hacen estratégico.

El científico comentó que el frijol “es un cultivo de ciclo corto, que de 75 a 80 días nos puede dar aproximadamente una tonelada por hectárea, aunque puede llegar hasta tres”.

En esa tonelada -enfatizó- “nos está aportando 230 kilogramos de proteínas, es decir, tiene un alto contenido de proteínas de origen vegetal, con una muy buena composición de aminoácidos esenciales, de minerales, fundamentalmente de hierro, de fibra. Y otra cuestión es que es un alimento que se puede almacenar de un año para otro”.

En el mundo -enfatizó- se siembran 34 millones de hectáreas y se producen alrededor de 30 millones de toneladas. El rendimiento medio es de 0,9 toneladas por hectárea; en Cuba es de 1.12, lo cual quiere decir que este es uno de los pocos cultivos en los que estamos por encima del rendimiento medio a nivel internacional.

González Morera señaló que hoy el país tiene autonomía con la producción de semillas pues todas se producen en el territorio nacional y con una variedad y alta calidad. En estos momentos las dificultades fundamentales se concentran en los insumos y en el secado y beneficio del frijol.

Para resolver esos problemas, en esta sesión de trabajo se indicó potenciar el uso de Rhizobium (bacterias fijadoras de nitrógeno) hasta llegar al 100 % del área sembrada, hoy solo cubre al 50%; y lograr mayor encadenamiento con la industria química para disponer de fertilizantes y plaguicidas de producción nacional. Asimismo, fortalecer las relaciones con la industria para desarrollar nuevos prototipos de maquinarias, implementos, secaderos y sistemas de riego. 

En este encuentro se generó un fructífero diálogo entre el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y productores de frijoles de varias provincias del país, entre ellas Pinar del Río, Granma y Ciego de Ávila. El Jefe de Estado indagó sobre sus insatisfacciones, y ellos, desde su amplia experiencia en las labores agrícolas, hablaron de “poner el paquete tecnológico en manos de quienes más producen”; “eliminar intermediarios en la comercialización”; “venta directa de los productores”; “que la información llegue más rápido al campo”; “que se atienda mejor a los campesinos y a sus familias”; y “que se pague en tiempo por las cosechas”.

El mandatario los escuchó atentamente y comentó acerca de nuevas y mejores ideas que se están concibiendo para la comercialización de productos agropecuarios en el país, en lo cual se están teniendo en cuenta los criterios de la academia y también la de los productores.

En el escenario actual, marcado por los efectos de una crisis económica internacional prolongada, generada por los impactos de la COVID-19, la soberanía alimentaria y nutricional es estratégica para Cuba.

Potenciar nuestras capacidades desde la gestión del conocimiento, la innovación y la tecnología, aplicando la ciencia, escuchando a los científicos y a los productores, permitirá producir más, con nuestros propios recursos, reducir gradualmente las importaciones e incrementar las ofertas para la población con mayor diversidad. 

Fuente. Radio Rebelde, Canal Caribe / Editora. Carmen Torres

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