por Cómo se mide la innovación, cuáles son los factores claves para que una determinada empresa u organización puedan innovar y qué funciones y características tienen los Consejos Nacionales de Innovación fueron los tópicos que centraron la conferencia de la Dra en Historia Económica y Máster en Relaciones y Economía Internacionales, que visita Cuba por segunda ocasión.
La innovación abarca más allá de la tecnología y no le es suficiente con la investigación, detalló la académica, que definió como componentes de la actividad transformadora, la formación de recursos humanos, en ese sentido el papel determinante de la educación, las inversiones que se destinan, las publicaciones científicas, el uso de las tecnologías de la informática y las comunicaciones, la cooperación entre las universidades y las industrias.
Los tiempos de crisis como los que se viven hoy por la pandemia COVID-19 significan una ventana que pone a prueba a las naciones, además de acrecentar las inequidades, mientras otras regiones del mundo invierten más en innovación, América Latina decrece.
“Creo que Latinoamérica es una de las dos regiones donde estas cifras han estado decreciendo, mientras en el resto de las regiones ha aumentado. Sé que Cuba cuenta con un compromiso muy fuerte hacia la ciencia”.
La también miembro del grupo de expertos de la Unión Europea para evaluar el impacto económico y social de la investigación y la innovación planteó que muchos creían que la innovación solo se aplicaba en Educación, sin embrago sectores como salud, transporte, eficiencia energética, seguridad alimentaria, demandan para su transformación, la innovación.
Al concluir su exposición, los miembros del Consejo Nacional de Innovación le preguntaron sobre cómo Suecia ha preparado a sus ciudadanos para hacer menos impactante la resistencia al cambio, de qué manera se financian los proyectos y si ha sido necesaria la creación de nuevas empresas para innovar.
Schwaag ponderó la fortaleza de Cuba en educación, “esto es muy similar en mi país…hay que educar a las personas en cuanto a ciencias naturales, en informatización, creo que el desafío que todos tenemos es formar a los jóvenes en las habilidades del siglo XXI, hay que aplicar el conocimiento a estos nuevos contextos”.
Las experiencias compartidas por la Dra Sylvia Schwaag, que ha tenido la oportunidad de estudiar y colaborar con los Consejos Nacionales de Innovación de Finlandia, Noruega, Alemania, Corea del Sur y Suecia, dijo el presidente de la República, Miguel Díz-Canel, nos sirven como base de comparación con lo que tratamos de fomentar, que sea la ciencia y la innovación, pilar de la gestión de gobierno, una fuerza de acción transformadora a nivel de la sociedad.
Hemos encontrado puntos comunes entre los sistemas de gestión de gobierno basados en la ciencia y la innovación y los consejos Nacionales de Innovación de Cuba y Suecia y no es casual, subrayó Díaz-Canel, porque fue el sueco uno de los modelos estudiados, aún cuando los dos países tengan niveles de desarrollo económico diferentes.
“Nosotros vemos al nuestro como un consejo que está asesorando a la dirección del país, que no toma decisiones, pero cada vez que tenemos una sesión del Consejo eso ha implicado orientaciones al gobierno para tomas de deciones, en función de lo se ha debatido; que no aprueba financiamiento, pero si va a implementar, pasa por los mecanismos de asignación de financiamiento que tiene nuestro gobierno. En la composición de nuestro consejo hay ministros, viceprimeros ministros, académicos, expertos, científicos, representantes del sector empresarial, de la administración pública, hay varios aspectos en los que coincidimos, en el caso de nosotros, incluso, participamos el Primer Ministro y el Presidente”.
El Jefe de Estado agradeció a la Dra Sylvia Schwaag, que participa en Congreso Universidad 2022 y la invitó a regresar y establecer una cooperación más estrecha entre Suecia y Cuba en materia de innovación.
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