La propaganda y la publicidad radial
Juan Hernández experto en propaganda de la Radio Cubana, ya fallecido, reafirmaba lo planteado por los clásicos de la comunicación: “un mensaje es inevitablemente polisémico, porque puede producir más de una interpretación y nunca puede reducirse a un sentido “real” o “último” donde diferentes personas pueden dar usos o interpretaciones diferentes de cualquier mensaje.


No siempre a la hora de diseñar programas educativos en la radio se tienen en cuenta las premisas fundamentales, que para lograrlo es imprescindible el cuidado en la realización a partir de decisiones estéticas.
Un monstruo, un monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre invadió el mediodía de algunos hogares cubanos durante algún tiempo. Se había precipitado para atemorizar y sembrar desolación. Era un minotauro que bramaba de furor. Su cuerpo sangraba. Dejaba huellas por doquier, incluso, por entre las líneas de aquel exitoso guión.
En la producción radial el spot o las menciones conocidas como cuñas en diversos países constituyen códigos de reconocimiento y de éxito en la programación. En Cuba la publicidad se caracteriza por los mensajes de bien público dirigidos a crear hábitos de conductas para un mejor funcionamiento de la sociedad, dirigidos a educar y no a vender, como ocurre en muchas partes del planeta.