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La radio ha sido la plataforma por excelencia para popularizar la música cubana, para preservar la memoria de sus autores e intérpretes, para entregar a los públicos, las anécdotas y la trascendencia que se mueve alrededor de una pieza, de una figura.
La radio ha sido respaldo esencial para la industria discográfica y ha puesto lo suyo en la formación musical de los oyentes. ¿Quién no recuerda acaso a la “profesora invisible” que protagonizó Cuca Rivero durante años, como un legado singular de la pedagogía, la radio y la música?
En los estudios, en los micrófonos, en los archivos de la centenaria radio cubana se ha tendido su historia musical, proa de la cultura cubana por excelencia. No por gusto hay casas de radio especializadas en música clásica y música instrumental ligera, CMBF, Radio Musical Nacional; Radio Enciclopedia y Radio Siboney, que mantienen al aire una programación que exige una notable dosis de investigación.
Esas emisoras especializadas y toda la familia radial de este archipiélago, expande los acontecimientos que conforman el universo cultural, teniendo como premisa el amplio concepto establecido por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO):
“La cultura puede considerarse “como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias».
Cuando en 2021, Santiago de Cuba fuese declarada precisamente por la UNESCO, como Ciudad Creativa en la Música, entendimos que era una oportunidad única para cronicar parte de esa heredad musical y entregarla a los públicos desde breves cápsulas radiales, lo mismo desde el soporte analógico que desde el digital.
RADIACIONES le invita a disfrutar de una de ellas, un tributo a la inimitable Celeste Mendoza Beltrán (Santiago de Cuba, 6 de abril de 1930 – La Habana, 22 de noviembre de 1998), aquella que hizo entrar en los salones reservados los ritmos callejeros, que se convirtió ella misma en un guaguancó.
- ESCUCHA: “Un guaguancó para la reina Celeste” / Texto y voz; Reinaldo Cedeño / Musicalización: Jailer Cañizares
